Cuestionado grupo de monjas carmelitas se integra a la FSSPX

¿Qué es la FSSPX? Una mirada al controvertido grupo católico tradicionalista

 

Por Daniel Payne.

 

ACCIPRENSA, 24 de septiembre de 2024

 

Un grupo de monjas carmelitas en Arlington, Texas (Estados Unidos), anunció este mes que a partir de ahora se asociarán con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), un grupo tradicionalista que no está en plena comunión con la Iglesia Católica y tiene un estatus canónicamente irregular.

 

Las monjas han estado en el centro de una considerable controversia desde el año pasado después de que la Diócesis de Fort Worth iniciara una investigación sobre la supuesta conducta sexual inapropiada de la reverenda madre superiora de la orden.

 

Las monjas desafiaron un decreto del Vaticano sobre el gobierno de su monasterio y solicitaron una orden de restricción contra Mons. Michael Olson, obispo de Fort Worth. El rechazo de las monjas a la autoridad “es escandaloso y está impregnado del olor del cisma”, dijo Mons. Olson la semana pasada.

 

Los líderes eclesiásticos han argumentado en ocasiones lo mismo sobre la FSSPX, una controvertida fraternidad de sacerdotes conocida por su estricta celebración tradicional de la Misa en latín y su oposición a las reformas del Concilio Vaticano II.

 

El principio animador del grupo “es el sacerdocio, todo lo que atañe a él y nada más que lo que le concierne a él”, dice la FSSPX en su sitio web. El grupo fue fundado en 1970 por el arzobispo Marcel Lefebvre, un prelado francés que fue un agudo crítico de muchos de los cambios provocados por el Vaticano II.

 

Además de las revisiones modernas de la Misa, Lefebvre también se opuso al “ecumenismo, un punto de vista que consideraba a todas las religiones como beneficiosas y válidas, y a la colegialidad, que insistía en que la Iglesia fuera gobernada principalmente por el proceso democrático y las conferencias episcopales”, según el sitio web del grupo.

 

El grupo dirige prioratos, capillas y misiones en todo el mundo, así como seminarios. Cuenta con varios centenares de sacerdotes y unos centenares de seminaristas más.

 

Quizás el momento más controvertido del grupo llegó en 1988, cuando Lefebvre consagró a cuatro obispos en Écône (Suiza), en un desafío explícito al Papa Juan Pablo II. A las pocas horas, el Vaticano declaró que Lefebvre y los cuatro obispos habían incurrido en excomunión sobre sí mismos.

 

En su motu proprio Ecclesia Dei, Juan Pablo II argumentó que “nadie puede permanecer fiel a la Tradición si rompe los lazos y vínculos con aquél a quien el mismo Cristo, en la persona del Apóstol Pedro, confió el ministerio de la unidad en su Iglesia”.

 

El Papa Benedicto XVI levantó esta excomunión en 2009, aunque explicó en una carta que la FSSPX no tiene estatus canónico y por lo tanto “tampoco sus ministros ejercen ministerios legítimos en la Iglesia”.

 

El Papa Francisco amplió aún más los privilegios del grupo, determinando durante el Jubileo Extraordinario de la Misericordia 2015-2016 que las confesiones escuchadas por los sacerdotes de la FSSPX fueran válidas. Posteriormente, prorrogó esta orden indefinidamente.

 

En 2017, mientras tanto, aprobó una forma para que los sacerdotes del grupo presenciaran válidamente los matrimonios, dando a los obispos diocesanos u otros ordinarios locales la capacidad de autorizar tales decisiones.

 

¿Pueden los católicos asistir a una Misa celebrada por sacerdotes de la FSSPX?

Algunos católicos buscan las Misas celebradas por la FSSPX debido a su solemnidad y fidelidad a las formas anteriores de la liturgia. Pero, ¿está esto permitido por la Iglesia?

 

Jimmy Akin, un apologista de Catholic Answers, dijo a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que la FSSPX “no está actualmente en cisma”.

 

“En 1988, Juan Pablo II dictaminó que las ordenaciones episcopales que la sociedad había llevado a cabo en desobediencia al Romano Pontífice implicaban en la práctica el rechazo del primado romano y, por lo tanto, constituían un acto cismático”, señaló.

 

“Esto desencadenó la pena automática de excomunión por cisma para los obispos involucrados y, en palabras de Juan Pablo II, para cualquiera que diera ‘adhesión formal’ al cisma”.

 

El levantamiento de esas excomuniones por parte del Papa Benedicto XVI en 2009 “implica que la FSSPX ya no está en cisma, ya que el cisma conlleva una excomunión automática”, dijo.

 

“Si todavía estaban en un estado de cisma, las excomuniones no podrían haber sido levantadas sin que la ley las volviera a imponer inmediatamente. Por lo tanto, ya no están en cisma”.

 

Pero los sacerdotes de la sociedad están “celebrando la Misa sin los permisos adecuados, creando una situación canónicamente irregular”, dijo Akin.

 

Señaló que el Código de Derecho Canónico estipula que los católicos “pueden participar en el sacrificio eucarístico y recibir la sagrada comunión en cualquier rito católico”. Dado que la FSSPX está utilizando el rito de la Misa aprobado en 1962, “los fieles pueden asistir a él y recibir la sagrada Comunión”.

 

“El hecho de que se celebre en una situación canónicamente irregular no cambia esto”, dijo Akin.

 

Señaló que “cada vez que un sacerdote comete un abuso litúrgico, crea una situación canónicamente irregular”, pero que la Iglesia “no quiere que los laicos tengan que juzgar qué situaciones canónicamente irregulares implican ‘demasiado’ alejamiento de la ley”.

 

De este modo, “se protege el derecho de los fieles a asistir y recibir la sagrada comunión en cualquier rito católico”.

 

Aunque los fieles no tienen estrictamente prohibido asistir a las Misas de la FSSPX, los líderes de la Iglesia han advertido en varios casos a los católicos que no lo hagan, excepto en circunstancias graves.

 

“Las Misas que ellos [FSSPX] celebran también son válidas, pero se considera moralmente ilícito que los fieles participen en estas Misas a menos que estén física o moralmente impedidos de participar en una Misa celebrada por un sacerdote católico de buena reputación”, dijo Mons. Camille Perl, entonces secretario de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, en 1995.

 

Una carta de Mons. Perl de 1998 señaló que la “mentalidad cismática” de la FSSPX llevó a la comisión pontificia a “desalentar sistemáticamente a los fieles de asistir a las Misas celebradas bajo la égida de la Fraternidad San Pío X”.

 

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.

 

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