Ir a La Meca bajo aridèz desèrtica de 44*: la Fe Islàmica

Peregrinar a La Meca bajo el sol ardiente de Arabia Saudita

Anke Rasper | Jennifer Holleis.

DW, 140624.

Funcionarios saudíes advierten sobre el calor extremo durante la peregrinación islámica. Los expertos abogan por un cambio fundamental en la política climática.

El 14 de junio comienza el hach de este año, la peregrinación islámica a La Meca en Arabia Saudita. Como siempre, se espera que sea una experiencia única para hasta dos millones de musulmanes y musulmanas de alrededor de 180 países, pero también será un desafío físico enorme. Se esperan temperaturas excepcionalmente altas para los próximos días.

“El clima durante el hach de este año en La Meca y Medina estará entre 1,5 y 2 grados Celsius por encima del valor normal”, advirtió Ayman Ghulam, jefe del Centro de Meteorología Saudita, la semana pasada. Para La Meca, esto significa un aumento de temperatura a alrededor de 44 grados.

Para mitigar el calor en la medida de lo posible, todos los lugares centrales en La Meca y Medina se han equipado con sistemas de rociadores y estaciones de agua potable. También se prometió que el suelo de la Gran Mezquita en La Meca y las tiendas circundantes estarán climatizados, según las autoridades sauditas.

Consecuencia del cambio climático

Sin embargo, la mayoría de los peregrinos pasará hasta 30 horas al aire libre. Las autoridades ya consideran el sobrecalentamiento corporal como uno de los mayores riesgos en la plataforma oficial de información del hach.

Esto refleja cómo está cambiando el clima. Los estudios de la Universidad King Abdullah de Ciencia y Tecnología de Arabia Saudita indican que las temperaturas han aumentado 0,4 grados por década en los últimos 40 años.

El 14 de junio comienza el hach de este año, la peregrinación islámica a La Meca en Arabia Saudita. Como siempre, se espera que sea una experiencia única para hasta dos millones de musulmanes y musulmanas de alrededor de 180 países, pero también será un desafío físico enorme. Se esperan temperaturas excepcionalmente altas para los próximos días.

“El clima durante el hach de este año en La Meca y Medina estará entre 1,5 y 2 grados Celsius por encima del valor normal”, advirtió Ayman Ghulam, jefe del Centro de Meteorología Saudita, la semana pasada. Para La Meca, esto significa un aumento de temperatura a alrededor de 44 grados.

Para mitigar el calor en la medida de lo posible, todos los lugares centrales en La Meca y Medina se han equipado con sistemas de rociadores y estaciones de agua potable. También se prometió que el suelo de la Gran Mezquita en La Meca y las tiendas circundantes estarán climatizados, según las autoridades sauditas.

Consecuencia del cambio climático

Sin embargo, la mayoría de los peregrinos pasará hasta 30 horas al aire libre. Las autoridades ya consideran el sobrecalentamiento corporal como uno de los mayores riesgos en la plataforma oficial de información del hach.

Esto refleja cómo está cambiando el clima. Los estudios de la Universidad King Abdullah de Ciencia y Tecnología de Arabia Saudita indican que las temperaturas han aumentado 0,4 grados por década en los últimos 40 años.

“En el escenario más extremo, las temperaturas en la península arábiga podrían aumentar hasta 5,6 grados para finales de siglo”, escriben los autores. “Algunas proyecciones sugieren que algunas partes de la península arábiga podrían volverse inhabitables para finales de siglo”, dice Tobias Zumbrägel, investigador del Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Heidelberg, en entrevista con DW.

Medidas a corto plazo como tiendas de campaña climatizadas y humidificadores protegerán a los peregrinos, según Zumbrägel. Para proteger mejor a la población y a los peregrinos, sería más adecuado, en su opinión, una política centrada en la cooperación internacional y la investigación.

Abogando por la cooperación regional

Andrew Gilmour, autor del libro “La cuestión candente: Clima y conflicto. ¿Por qué importa?” (en inglés: The Burning Question: Climate and Conflict – Why Does it Matter?) y director de la Fundación Berghof en Alemania, pide una mayor cooperación transfronteriza: esta es la clave para mitigar el cambio climático en el Medio Oriente.

Según Yale Climate Connections, una organización sin fines de lucro, las temperaturas en esta región aumentan el doble de rápido que en el resto del mundo.

“Arabia Saudita tiene la gran suerte de disponer de un enorme fondo estatal. Por lo tanto, a diferencia de otros países, está en condiciones de diversificar su economía”, explica Andrew Gilmour a DW: “En un mundo ideal, uno esperaría que productores de petróleo ricos, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar o Bahréin, estén dispuestos a ayudar a otros países productores de petróleo, como Irak y Libia, que son mucho más pobres y no tienen los medios para invertir en otros sectores”.

(ies-ms).