El turbulento “triunfo” de Claudia Sheinbaum
Columna.
DW, 140624.
13/06/202413 de junio de 2024
Sheinbaum comienza a probar el sabor amargo de su “triunfo”. Aún no se sabe si ella podrá realmente iniciar su propio mandato o si estará condenada a ser una eterna extensión de AMLO, analiza Anabel Hernández.
En las elecciones más violentas de la historia de México , en donde el crimen organizado influyó de principio a fin, contaminando el proceso con más de 36 candidatos ejecutados y decenas de amenazados, así como al menos doce funcionarios públicos ejecutados, el 2 de junio pasado la candidata oficial Claudia Sheinbaum , de la coalición “Sigamos haciendo historia”, fue declarada la primera mujer en ganar una elección presidencial.
Desde entonces, y pese a haber obtenido casi el 60 por ciento de los votos, su ‘triunfo’ ha tenido un sabor amargo. Y, extrañamente, aún ni siquiera le entregan la constancia de mayoría como vencedora oficial y ya está pensando en el fin de un mandato que ni siquiera ha comenzado.
Desde el interior de su equipo, revelan que dos temas principales que la ocupan desde que el Instituto Nacional Electoral la declaró ganadora de la contienda: la sucesión del 2030 y que “su” gobierno en realidad nunca inicie por la intención del aún presidente, Andrés Manuel López Obrador, de seguirle dando línea como lo hizo durante su campaña, haciéndola aceptar decisiones cuyos costos él evadirá y ella deberá asumir.
Reforma al poder judicial
Por lo pronto, en la primera decisión sustantiva que marcará el mandato de Sheinbaum, AMLO ya la doblegó. Sheinbaum ya había expresado que no era su intención hacer la drástica reforma al poder judicial que quiere su mentor. Pero el lunes 10 de junio, en la primera reunión oficial entre ambos, el presidente se impuso para que, en septiembre, se lleve a cabo la controvertida reforma para cambiar la Constitución y la esencia del poder judicial creado por el Constituyente para hacer contrapeso al poder presidencial, y con el que López Obrador ha tenido numerosos desencuentros a lo largo de su sexenio, porque no se han plegado a sus caprichos y arbitrariedades.
Integrantes del equipo de Sheinbaum y de López Obrador consultados afirman que, aunque ambos aparecieron muy sonrientes ante las cámaras, en realidad Claudia tenía poco de qué sonreír. El encuentro no fue entre pares, sino entre el “maestro” y la eterna “pupila”.
Turbulenta reacción de los mercados
El capricho del presidente empeora el clima adverso generado por la pública y turbulenta reacción de los mercados ante el triunfo de Sheinbaum. “El peso y la bolsa de valores registraron fuertes caídas tras la victoria de Claudia Sheinbaum”, eran los titulares de periódicos en el mundo que acompañaban a la noticia del “triunfo” electoral.
El balde de agua fría se dio porque la candidata oficial electa llega teniendo a su disposición una mayoría calificada en la Cámara de Diputados conformada por la alianza Morena- Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista, con la cual, primero AMLO y después ella, podrán cambiar a placer la Constitución, instituciones y, en pocas palabras, el país como lo conocemos hasta ahora, generando para los mercados e inversionistas un futuro incierto.
El panorama es tan preocupante, que el Gobierno de Estados Unidos, a través de Brian Nichols, encargado del departamento de Estado para América Latina, ya exigió a Sheinbaum “respetar la inversión extranjera”, y le recordó que “la transparencia en el poder judicial es vital para todos los inversionistas”.
Lo que menos necesita la candidata de AMLO es verse sometida al actual mandatario desde antes de comenzar, y quizá previendo la influencia meta sexenal que quiere tener López Obrador- aunque públicamente diga otra cosa-, es que ha dejado claro quién es, desde ahora, su persona preferida para contender por el partido oficial en la elección presidencial del 2030. Llama la atención que no sea mujer, ni morenista y mucho menos de izquierda.
¿Su favorito para el 2030?
Pasaban las once de la noche del domingo 2 de junio cuando en un salón del hotel Hilton ubicado en la Alameda de la Ciudad de México, Mario Delgado, dirigente nacional del partido oficial Morena, le comunicó a Claudia Sheinbaum que las cifras del Instituto Nacional Electoral le daban su triunfo en la elección presidencial.
De ese momento, ella misma hizo circular en sus redes sociales un video mostrando una sorpresa poco espontánea, como es ya su sello personal. En la registración aparece su esposo, Jesús María Tarriba, menos histriónico, quien la miró con gesto inmutable. Ni siquiera se levantó a “festejar”, lo hizo hasta varios minutos después.
Aún no pasaban ni diez minutos de saberse la candidata electa, cuando, en ese mismo salón, Sheinbaum dio inicio a la sucesión del 2030. Ante un grupo de cerca de 15 allegados, la exfiscal de la CDMX Ernestina Godoy, Esther Damián, se dirigió a quien es su colaborador de mayor confianza, Omar García Harfuch, el exjefe policiaco de la Ciudad de México, para decirle:
“Tú, Omar tienes mucho que construir para el 2030”, fecha en que terminaría el gobierno de ella. De acuerdo a testigos de ese momento era claro que se refería a que, al menos por ahora es su ungido para sucederla, del mismo modo que ella fue la favorita de AMLO.
Es público que AMLO y la corriente de los llamados morenistas ‘puros’ rechazaron la intención de Sheinbaum de imponerlo como candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno en la elección pasada, es por eso que la candidata fue Clara Brugada. ¿Qué pensarán de que es su favorito para sucederla en un gobierno que aún no comienza?
¿El nuevo García Luna?
Del negro historial de García Harfuch he escrito durante más de dos años en este espacio. He citado a detalle expedientes internos de la SSP federal que datan de sus primeros años ahí (2008-2012) como integrante de la selecta cofradía de policías que integraban el grupo más cercano del entonces secretario de seguridad Pública Federal, Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, ambos acusados de haber estado al servicio del Cártel de Sinaloa cuando García Harfuch era pupilo e incondicional colaborador de Cárdenas Palomino, preso en México acusado de tortura.
García Harfuch reprobó los exámenes de control de confianza en la SSP federal indispensables para permanecer en la institución. La unidad de asuntos internos exigió su baja por haber confesado vínculos con la delincuencia organizada, haber realizado cateos arbitrarios y una capacidad intelectual por debajo del promedio. Aun así, se quedó en la policía gracias a la protección de Cárdenas Palomino.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto, García Harfuch siguió ascendiendo en su carrera policiaca gracias a que el familiar de Cárdenas Palomino, Humberto Castillejos, era el Consejero Jurídico del presidente.
En 2014, era el responsable de la Policía Federal en Guerrero cuando ocurrió el ataque contra los estudiantes de Ayotzinapa, resultando tres de ellos asesinados y 43 desaparecidos. Documentos de la PF y la PGR prueban su conocimiento de los hechos y que su teléfono personal estaba en la libreta de Cidronio Casarrubias, a quien el Gobierno responsabiliza de ser uno de los responsables del ataque y desaparición de los estudiantes. Los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos han exigido públicamente sin éxito que sea investigado a fondo.
Sheinbaum buscaba imponerlo como candidato de Morena a sucederla en el Gobierno de la CDMX, revela el testimonio de Dámaso López Serrano, alias “Mini Lic”, exmiembro de la cúpula del Cartel de Sinaloa y actual testigo colaborador del Departamento de Justicia de Estados Unidos. No solo señaló que el protegido de la ahora candidata electa robó dinero a su padre Damaso López Serrado durante su arresto en 2017 cuando era titular de la Agencia de Investigación Criminal, sino que además había recibido sobornos del cartel.
Funcionarios de la DEA me confirmaron que tenían información donde constaba que, en la misma época, García Harfuch y su equipo en la AIC durante operativos robaban dinero y droga a miembros de los carteles de la droga.
Irónicamente, en su primera reunión informal con el Gobierno de Estados Unidos, llevada a cabo el 11 de junio con la asesora de la Casa Blanca Elizabeth Sherwood y el embajador Ken Salazar, Sheinbaum se hizo acompañar de García Harfuch y de Juan Ramón de la Fuente, designado coordinador de la etapa de transición.
Juez condenó conductas ilegales de la policía de OGH.
Y como si todo ese historial no fuera suficiente, no solo para no incluirlo en su equipo sino para abrir una investigación en su contra, hay sentencias judiciales donde se acusa a la elite de la policía de la CDMX bajo el mando directo de García Harfuch hizo un operativo ilegal en 2023, sembrando armas y drogas, para acusar falsamente a personas de delitos que no cometieron.
Específicamente se trata del sonado caso del operativo en la financiera Black Wallstreet Capital, en el cual no solo se sembraron armas y droga a los detenidos, sino que hubo el robo de al menos 70 millones de pesos en efectivo. En el juicio se mostraron los videos de los policías de García Harfuch llevándose maletas con el dinero cuyo paradero hasta ahora se desconoce.
En la audiencia donde se ordenó la liberación de los detenidos, el Juez federal de control en materia, Roberto Omar Paredes, afirmó: “Lo que me genera un tremendo dolor de cabeza como autoridad es saber que estamos todos en riesgo de que autoridades bajo el amparo de una orden de cateo pueda sembrarnos armas…y llego a la conclusión que hubo una siembra de armas en este caso” y aseguró que la policía de García Harfuch violó garantías individuales. La determinación del juez fue ratificada por el juez Gustavo Alonso Ramírez Zepeda.
Como primer peldaño para los planes de Sheinbaum sobre el futuro de su allegado desde la semana pasada han comenzado a circular listas filtradas por el equipo de Sheinbaum donde se plantean los nombres de los posibles integrantes de su gabinete. Ahí aparece García Harfuch como próximo secretario de seguridad pública federal, lo que significaría el retorno de facto de García Luna y su nefasto equipo, muchos de los cuales han permanecido inseparables en cada puesto ocupado por García Harfuch de 2012 hasta ahora.
Además, piensa darle poder y facultades que ni el propio García Luna hubiera soñado como el control de aduanas, migración y guardia nacional.
Si esta es la forma de Sheinbaum de mostrar su “rebeldía” a AMLO, es una medida extrema y peligrosa, sobre todo porque el Gobierno de Estados Unidos conoce ya el verdadero currículum policiaco de García Harfuch.
Nada que festejar
La realidad es que Claudia, antes de estar pensando en una sucesión tan anticipada, debería estar más preocupada en que se efectivamente se concrete su llegada a la Presidencia de la República. Y no me refiero a la ceremonia de cambio de poder, sino a que realmente López Obrador la deje tomar libremente las riendas del país.
De acuerdo a la información confirmada por integrantes del círculo más cercano de AMLO, es que esto, hasta el momento, no parece que sucederá. En la reunión del lunes, él rechazó la mitad de la agenda que ella quería impulsar.
Al creerse propietario de la candidatura de Claudia y en una buena parte de la operación de su “triunfo”, ya le impuso asumir los costos políticos y económicos de una peligrosa reforma al poder en los tiempos que él ya decidió: septiembre.
También le habría impuesto que hasta el 15 de junio “define al gabinete” y llevarla como trofeo de gira por el país.
Reforma al poder judicial.
El Presidente quiere convertir al poder judicial y a la Suprema Corte de Justicia, la máxima institución para impartir justicia en México, en un órgano político cuyos integrantes sean electos por voto directo de la ciudadanía. Si el crimen organizado y la mano presidencial puede interferir en las elecciones, como ha ocurrido en las elecciones celebradas en este sexenio, ¿Qué tipo de órgano de justicia sería?
La propuesta de AMLO y el régimen oficial tiene cuatro ejes principales: reducir la SCJ de 11 a 9 integrantes, eliminar las dos salas y que solo exista el pleno. Bajar drásticamente de los magistrados su salario y que este no sea mayor al del presidente de la república.
Se propone convocar en 2025 a una elección nacional, que implicaría la participación de más de 98 millones de electores, es decir una elección directa de las mismas dimensiones que la presidencial, o el congreso. Se elegirán a todos los ministros de la SCJN, magistrados del Tribunal Electoral y Magistrados del Tribunal de Disciplina, 30 funcionarios en total.
Aunque se habla de “democratizar”, en realidad no cualquier persona calificada podrá contender por el cargo. De acuerdo a la propuesta, el presidente de la República en turno, en este caso será Sheinbaum, propondrá 10 candidatos, el poder legislativo- controlado por la mayoría calificada de Morena y aliados- propondrán otros 10 candidatos, y el poder judicial otros 10 candidatos.
Si es el régimen oficialista quien puede nominar a 20 candidatos, y si Morena ha sido el partido más votado por múltiples razones, y si es una elección directa, el triunfo dependerá de la ‘popularidad’ de los candidatos y de quienes los impulsan, no de su probidad, eficiencia ni experiencia.
Si es la popularidad y los apoyos que los lleven a los cargos, nacen con un sesgo de no independencia ni política ni moral, valor indispensable de la justicia.
Si AMLO pudo hacer campaña electoral a favor de Morena en las elecciones del 2021 y 2024, y si el narcotráfico influyó en dichas elecciones ¿Qué sucederá en 2025?
Esto convertiría a la SCJN y el poder judicial se conviertan en un apéndice de Morena y que así el régimen controle de facto el único poder que hasta ahora no está en manos del partido oficial: el Poder Judicial. Es claro que por eso es la turbulencia en los mercados financieros, la devaluación del peso mexicano y la alarma en el Gobierno de Estados Unidos, el vecino más importante de México y su principal socio comercial. (chp/ms).