Sacerdote mexicano califica la Ley SB4 de Texas de “racista y xenófoba” hacia los migrantes

2 de abril de 2024 / 08:30 PM

En el marco de la discusión de la ley SB4 de Texas (Estados Unidos), que modificaría las políticas migratorias del estado, un sacerdote mexicano defensor de los migrantes denunció que se trata de un instrumento “racista y xenófobo” porque otorga a la Policía el poder de “detener solamente por la apariencia”.

La SB4, impulsada por los republicanos y promulgada por el gobernador Greg Abbott, ha enfrentado una serie de desafíos legales desde su proposición.

La ley debía entrar en vigor el 5 de marzo, sin embargo su implementación fue suspendida debido a las impugnaciones legales presentadas por el gobierno federal, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), entre otros.

Así, después de múltiples recursos judiciales y apelaciones, la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito ha programado una presentación oral de argumentos para mañana 3 de abril, en la que se debatirá si el bloqueo de la aplicación de la SB4 fue justificado.

El P. Héctor Julio López Vivas, secretario ejecutivo de Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana (DEPMH) de la Conferencia del Episcopado Mexicano, declaró a ACI Prensa que “la SB4 es sin duda una ley discriminatoria”.

El sacerdote expresó su preocupación porque, afirmó, esta ley no sólo promueve la “discriminación, el racismo y la xenofobia”, sino que también viola otros derechos humanos fundamentales.

“Criminaliza a la persona por su apariencia, priva a las personas del derecho que les asiste a solicitar asilo y viola el principio de no devolución”, indicó.

Asimismo, advirtió sobre las posibles repercusiones de su implementación. Indicó que la SB4 no sólo afectaría a quienes recién llegan a los Estados Unidos, sino también a las “personas residentes y ciudadanos, quienes por su apariencia se verán sujetos a controles de la autoridad policial”.

Por esta razón, el P. López Vivas condenó estas políticas migratorias que “no ayudan en nada a mejorar los procesos migratorios, no contribuyen a una migración regulada, segura y ordenada”. Por el contrario, consideró que “endurece la actitud de rechazo, de discriminación, de racismo”.

Incluso, afirmó que este tipo de “políticas represivas” benefician “al crimen organizado y a funcionarios corruptos que se sirven de las necesidades de las personas en contexto de movilidad”.

En oposición a estas políticas, el sacerdote recordó el mensaje de la Iglesia Católica de ser “solidarios y no veamos al otro como a un extraño, como un invasor, como un criminal, sino como un hermano”.