Gobierno de Francia toma medidas legales contra sacerdote que recuerda que las relaciones homosexuales son un pecado
ACIPRENSA, 01 de abril de 2024 / 07:03 PM.
El gobierno de Francia ha iniciado una serie de medidas legales contra el sacerdote católico Matthieu Raffray por haber dicho que las relaciones homosexuales son un pecado y por haber llamado “debilidad” a la homosexualidad.
El pasado 15 de marzo, el sacerdote del Instituto del Buen Pastor —creado en 2006 en Roma para “la defensa y difusión de la Tradición católica en todas sus formas”, según señala el sitio web de esta sociedad de vida apostólica— publicó un video en Instagram en el que alentaba a los fieles a luchar contra sus debilidades.
En ese sentido, el Abbé Raffray comentó que cada persona tiene sus propias armas para luchar, pero el diablo convence de que el combate “es demasiado duro” y por lo tanto es inútil luchar.
El video fue denunciado por diversos grupos del lobby LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), y Aurore Bergé, Ministra para la igualdad entre mujeres y hombres y la lucha contra las discriminaciones, calificó las declaraciones del sacerdote como “inaceptables”.
En un mensaje en su cuenta de la red social X (antes Twitter), Bergé indicó que le ha pedido “a la Delegación Interministerial para la Lucha contra el Racismo, el Antisemitismo y el Odio Anti-LGBT (DILCRAH) que informe del asunto al fiscal en virtud del artículo 40” del código penal. “No dejaré pasar nada ante el odio, sea el que sea”, agregó.
La DILCRAH indicó que recibió el mensaje de la ministra y precisó que ha informado “al fiscal de los comentarios homofóbicos hechos por el Sr. Raffray en sus redes sociales”. “Hablar de la homosexualidad como una debilidad es vergonzoso”, añadió.
Está en juego “la moral cristiana y toda la Iglesia”
En entrevista concedida al medio francés católico Famille Chrétienne (Familia Cristiana), el abbé Raffray explicó que el video era sobre “las tentaciones en general. Quería dejar claro que no tenemos que ceder a todas nuestras tentaciones, a todos nuestros deseos”.
“Los actos homosexuales son un pecado, pero creo que la gente ya no sabe lo que es un pecado. Denunciar un pecado no es lo mismo que denunciar a la persona que lo comete”, precisó.
“Podría haberme culpado si hubiera dicho algo torpe o hiriente. No es el caso en absoluto. No sólo no soy homófobo sino que como sacerdote soy cuidadoso con el lenguaje que utilizo en este tema, porque sé que es un tema delicado y que la gente se puede sentir fácilmente herida”, explicó el sacerdote
El presbítero francés resaltó luego que “lo que está en juego no soy yo, sino la libertad de ser cristiano hoy. Espero que todos los fieles se den cuenta de que lo que está en juego es la moral cristiana y toda la Iglesia”.
El abbé Raffray indicó luego que ha recibido comentarios de homosexuales agradeciéndole lo que ha dicho, “este discurso de la verdad. Si algunos no quieren escuchar la doctrina de la Iglesia, nadie les obliga”.
¿Quién es el abbé Matthieu Raffray?
El P. Matthieu Raffray es un conocido sacerdote que tiene un creciente apostolado en Internet y redes sociales, dirigido especialmente a los jóvenes francófonos.
Tiene más de 60 mil seguidores en Instagram, más de 22 mil en Youtube y más de 21 mil en la red social X.
Es un defensor de la vida y la familia, y ha publicado libros como Mitos y mentiras del progresismo (2020); y más recientemente El más grande de los combates, con el que busca responder a las cuestiones fundamentales y existenciales de la vida.
Nació en 1979 y tiene 45 años. Es parte de una familia de nueve hijos. Estudió matemáticas antes de ser ordenado sacerdote en 2009.
Es Doctor en Filosofía y enseña en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino (Angelicum) en Roma.
Según señala la publicación European Conervative, saltó a la fama en 2020 tras una entrevista con el youtuber francés Baptiste Marchais, en la que defendió el retorno a un “catolicismo viril” y del sentimiento de patriotismo entre los fieles católicos.
¿Qué enseña la Iglesia Católica sobre la homosexualidad?
La enseñanza católica sobre la homosexualidad está resumida en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica: 2357, 2358 y 2359.
En ellos se enseña que los hombres y las mujeres con atracción al mismo sexo “deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta”.
Además se precisa que la homosexualidad, como tendencia, es “objetivamente desordenada” y constituye para la mayoría de estas personas “una auténtica prueba”.
El Catecismo afirma que, apoyada en la Sagrada Escritura, la Tradición ha enseñado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” y que “no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual”. En consecuencia, “no pueden recibir aprobación en ningún caso”.
“Las personas homosexuales están llamadas a la castidad” y “mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana”, añade.