Sabiduria y Paciencia para fincar Paz con DD.HH.

Papa Francisco pide respetar derechos humanos y rezar por el fin de las guerras por Navidad

Por Walter Sánchez Silva

ACIPRENSA, 10 de diciembre de 2023.

Luego del rezo de la oración mariana del Ángelus en la Plaza de San Pedro este domingo en el Vaticano, el Papa Francisco recordó el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pidió rezar por el fin de las guerras en el mundo como la de Israel y Hamás, y reiteró su llamado a cuidar la casa común.

“Seguimos rezando por las poblaciones que sufren a causa de la guerra. Avanzamos hacia la Navidad: ¿Seremos capaces, con la ayuda de Dios, de dar pasos concretos de paz? No es fácil, lo sabemos”, señaló el Santo Padre en este Segundo Domingo de Adviento.

“Ciertos conflictos tienen raíces históricas profundas, pero tenemos también el testimonio de hombres y mujeres que han trabajado con sabiduría y paciencia por la convivencia pacífica. ¡Qué se siga su ejemplo! Que se haga todo esfuerzo para afrontar y extirpar las causas de los conflictos”, alentó el Pontífice.

El Papa Francisco pidió luego que, “se proteja a los civiles, los hospitales, los lugares de culto, sean liberados los rehenes y se garantice la ayuda humanitaria. No olvidamos a la martirizada Ucrania, a Palestina, Israel”.

El Santo Padre se refirió así a Ucrania, invadida por Rusia desde febrero de 2022, lo que ha suscitado el éxodo de millones de personas, especialmente hacia Polonia, donde la Iglesia Católica, entre otras instituciones, ha acogido a una vasta cantidad de desplazados.

A ese conflicto se suma el de Israel y Hamás, iniciado el pasado 7 de octubre. El ministerio de Salud de Palestina, controlado por Hamás, señala que desde ese día han muerto 17.700 personas y más de 48 mil han resultado heridas, mientras que en Israel los fallecidos son unos 1.400. La guerra también se ha agudizado con la toma de rehenes.

75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

El Papa Francisco recordó además que “hace 75 años, el 10 de diciembre de 1948, se firmó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esa es una vía maestra sobre la cual se han dado muchos pasos adelante, pero faltan muchos y a veces incluso se va para atrás”.

“¡El esfuerzo por los derechos humanos nunca termina! Con este propósito estoy cercano a todos los que, sin proclamas, en la vida concreta de cada día, luchan y pagan con su persona para defender los derechos de quien no cuenta”, continuó.

En ese sentido, el Santo Padre expresó su alegría por “la liberación de un número significativo de prisioneros armenios y azeríes. Veo con gran esperanza este signo positivo entre Armenia y Azerbaiyán, por la paz en el Cáucaso meridional, y aliento a las partes y a sus líderes a concluir cuanto antes el tratado de paz”.

El Papa se refirió así al conflicto en la región de Nagorno-Karabaj, situada en territorio de Azerbaiyán y poblada de manera principal por cristianos de origen armenio, que se agudizó desde septiembre, cuando el Gobierno de Azerbaiyán desplegó una ofensiva militar tras nueve meses de bloqueo de los suministros externos, medicinas y alimentos.

El Santo Padre también se refirió a la cumbre climática COP28, que se realiza en este mes de diciembre en Dubái, y pidió “rezar para que se llegue a buenos resultados para el cuidado de nuestra casa común y la tutela de las poblaciones”.

NOTA RELACIONADA.

Ser voces creíbles que anuncian a Jesús: El mensaje del Papa en el II Domingo de Adviento

Por Walter Sánchez Silva

ACIPRENSA, 10 de diciembre de 2023.

En este Segundo Domingo de Adviento y nuevamente desde el balcón del Palacio Apostólico del Vaticano para dirigirse a los fieles en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco animó a los católicos a ser voces creíbles que anuncian a Jesús, viviendo el silencio, la sobriedad y la escucha.

“En este segundo domingo de Adviento el Evangelio nos habla de Juan el Bautista, el precursor de Jesús, y nos lo describe como ‘voz del que grita en el desierto’. El desierto, lugar vacío, donde no se comunica, y la voz, medio para hablar, parecen dos imágenes contradictorias, pero en el Bautista se conjugan”, indicó el Santo Padre en su reflexión.

A diferencia del domingo pasado, en el que por razones de salud la meditación fue leída en la Casa Santa Marta por Mons. Paolo Braida, de la Secretaría de Estado del Vaticano, esta vez fue el mismo Pontífice quien leyó el texto preparado para esta ocasión.

Sobre el desierto, el Papa Francisco recordó: “Juan predica allí, a orillas del río Jordán, cerca del punto en el que su pueblo, muchos siglos antes, entró en la tierra prometida. Haciendo así es como si dijera: para escuchar a Dios debemos volver al lugar en el que durante cuarenta años Él acompañó, protegió y educó a su pueblo, en el desierto”.

“Este es el lugar del silencio y de la esencialidad, donde uno no puede permitirse entretenerse con cosas inútiles, sino que es necesario concentrarse en lo que es indispensable para vivir”.

En esta imagen del desierto, continuó el Santo Padre, hay “un reclamo siempre actual: para proceder en el camino de la vida es necesario despojarse del ‘de más’, porque vivir bien no quiere decir llenarse de cosas inútiles, sino liberarse de lo superfluo, para excavar en profundidad dentro de uno mismo, para captar lo que es verdaderamente importante ante Dios”.

El Papa Francisco precisó luego: “sólo si, a través del silencio y la oración hacemos espacio a Jesús, que es la Palabra del Padre, sabremos liberarnos de la contaminación de las palabras vanas y de la palabrería. El silencio y la sobriedad –en las palabras, en el uso de las cosas, de los medios y de las redes– no son solo ‘adornos’ o virtudes, sino elementos esenciales de la vida cristiana”.

Respecto a la segunda imagen, la voz, el Pontífice destacó que “esta es el instrumento con el que manifestamos lo que pensamos y llevamos en el corazón. Entendemos entonces que está muy vinculada con el silencio, porque expresa lo que madura dentro, de la escucha de lo que el Espíritu sugiere”.

“Hermanos y hermanas, si no se sabe callar, es difícil que se tenga algo bueno que decir; en cambio, cuanto más atento es el silencio, más fuerte es la palabra. Juan Bautista… la potencia profética de su voz está ligada a la autenticidad de su experiencia y a la limpidez de su corazón”.

El Papa Francisco alentó también a cuestionarse: “¿Qué lugar tiene el silencio en mis días? ¿Es un silencio vacío, tal vez opresivo, o un espacio de escucha, de oración, donde custodiar el corazón? ¿Mi vida es sobria o llena de cosas superfluas? Incluso si quiere decir ir a contracorriente, valoremos el silencio, la sobriedad y la escucha”.

Para concluir, el Pontífice hizo votos para que “María, Virgen del silencio, nos ayude a amar el desierto, para convertirnos en voces creíbles que anuncian a su Hijo que viene”.