Cuatro meses después del atentado que sufrió el Arzobispo Faustino Armendáriz, su agresor continúa internado en el Hospital de Salud Mental, confirmaron autoridades.
Se trata de un adulto mayor que no ha podido ser juzgado debido al estado mental que guarda, además de contar con 73 años.
En su oportunidad, Sonia de la Garza Fragoso, Fiscal General del Estado, informó que el agresor resultaba inimputable debido a su condición de salud mental, al tiempo de establecer que el móvil de la agresión había sido una herencia.
De acuerdo con las autoridades cercanas al caso, el adulto mayor presenta problemas en su salud física, lo que resta la posibilidad de que pueda ser sometido a un juicio.
El domingo 21 de mayo, en la celebración del mediodía en la catedral, el sujeto se acercó y lanzó puñaladas en contra del arzobispo, quien logró salir ileso del atentado.