Así puedes sacar un alma del purgatorio en Pentecostés
ACIprensa, 27 de mayo de 2023.
En la Solemnidad de Pentecostés, que se celebra este domingo, los católicos tenemos la posibilidad de obtener una indulgencia plenaria, tanto para uno mismo como para un alma del Purgatorio.
El Catecismo de la Iglesia Católica explica que el Purgatorio es una “purificación final” que deben atravesar para llegar al cielo todos aquellos “que mueren en la gracia y en la amistad de Dios” pero que están “imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación”.
¿Qué es una indulgencia plenaria?
La Enciclopedia Católica de ACI Prensa (EC) explica que “por indulgencia plenaria se entiende la remisión de toda la pena temporal merecida por el pecado, de tal modo que no es necesaria ninguna otra expiación en el Purgatorio”.
Una indulgencia, precisa la EC, “no es un permiso para pecar, ni un perdón para pecados futuros: ninguna de estas dos cosas pueden ser concedidas por poder alguno”.
“No es tampoco el perdón de la culpa del pecado”, pues requiere que el pecado haya “sido ya perdonado con anterioridad”.
“Al contrario, significa una satisfacción más completa de la deuda que el pecador tiene ante Dios”, indica.
“En el Sacramento de la Penitencia se remueve la culpa del pecado y, conjuntamente con ella, también la pena eterna merecida por el mismo; pero el castigo temporal requerido por la justicia divina permanece, y este requerimiento debe ser satisfecho sea en esta vida o en la vida futura, es decir, en el Purgatorio”, añade.
“La indulgencia ofrece al pecador arrepentido la posibilidad de saldar o aligerar esta deuda durante su vida en la tierra”, precisa.
Las almas del Purgatorio esperan gozar de la presencia de Dios en el Cielo. Para poderles ayudar en ese proceso de purificación, un católico puede realizar los siguientes pasos:
Tener la firme intención de no volver a pecar, incluso venialmente.
Confesar sacramentalmente todos los pecados.
Recibir la Eucaristía.
Orar por las intenciones del Papa.
Rezar o cantar el himno Veni Creator Spiritus durante la Solemnidad de Pentecostés.