Primeros cristianos clamaron a Marìa Auxiliadora

Hoy celebramos a Santa María Auxiliadora, la Madre que nos protege en las dificultades

 

ACIprensa, 24 de mayo de 2023.

 

Cada 24 de mayo la Iglesia celebra a la Madre de Dios bajo la advocación de “Santa María, Auxilio de los cristianos” (Maria Auxilium Christianorum), conocida popularmente como Santa María Auxiliadora.

 

“En el cielo nos quedaremos gratamente sorprendidos al conocer todo lo que María Auxiliadora ha hecho por nosotros en la tierra”, decía San Juan Bosco, quizás el más grande difusor del amor a esta advocación. Esta hermosa piedad ha estado presente en la vida de la Iglesia desde antiguo, cada vez que algún cristiano, hijo de María, atravesaba por alguna dificultad.

 

Devoción enraizada profundamente

 

Los cristianos de los primeros siglos invocaban a la Virgen con el nombre de “Auxiliadora”.

 

Los dos títulos más frecuentes que podían leerse en las antiguas iglesias o monumentos de Oriente eran: “Madre de Dios” (Theotokos) y “Auxiliadora” (Boeteia). Grandes santos como San Juan Crisóstomo, San Sabas y San Sofronio hicieron uso de ambos títulos para referirse a nuestra Madre.

 

Crisóstomo, Patriarca de Constantinopla y Padre de la Iglesia de Oriente, define así a la Virgen María (siglo IV): “Auxilio potentísimo, fuerte y eficaz de los que siguen a Cristo”. Por su parte, San Juan Damasceno fue el primero en difundir una jaculatoria dedicada a Ella (siglo VIII): “María Auxiliadora, ruega por nosotros”.

 

Hacía el año 733, San Germán de Constantinopla escribió un bello texto: “Oh María, Tú eres poderosa Auxiliadora de los pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe. Auxiliadora de los ejércitos para que defiendan la patria. Auxiliadora de los gobernantes para que nos consigan el bienestar, Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de tu ayuda”.

 

María, Auxilio de los cristianos

En el siglo XVI, el Papa San Pío V, gran devoto de la Virgen, después de la victoria cristiana sobre los ejércitos musulmanes en la batalla de Lepanto, ordenó que se incluya en el corpus de las letanías marianas la invocación a “María, Auxilio de los cristianos”.

 

En tiempos de Napoleón, el Papa Pío VII fue apresado por órdenes del emperador francés. El Pontífice pidió el auxilio de María para superar la terrible situación que se había suscitado -una Iglesia secuestrada por el poder imperial-, prometiéndose que, una vez recuperada su libertad, decretaría una nueva fiesta mariana para la Iglesia. Una vez producida la caída de Napoleón, el Santo Padre retorna triunfante a la sede pontificia el 24 de mayo de 1814 y decreta que esa fecha sea destinada para celebrar cada año la fiesta de María Auxiliadora.

 

Don Bosco

Un año después de estos acontecimientos nacía San Juan Bosco, a quien la Virgen se le apareció en sueños para pedirle que construyera un templo en su honor, con el título de “Auxiliadora”.

 

Es así que el santo italiano iniciaría la construcción de dos “monumentos”: uno físico, que es la Basílica de María Auxiliadora en Turín; y uno “vivo”, conformado por las religiosas Hijas de María Auxiliadora.

 

¡Acógete a la Madre que siempre nos auxilia!

Don Bosco solía enseñar a los jóvenes incontables historias en las que él y muchos otros fieles devotos de la Auxiliadora habían obtenido grandes favores del Cielo. Los medios por excelencia para obtener esas gracias -decía el santo- son el rezo de la novena a María Auxiliadora y la repetición constante de la jaculatoria de San Juan Damasceno.

 

“Confiad siempre en Jesús Sacramentado y María Auxiliadora y veréis lo que son milagros”, afirmaba, sin reparos, el fundador de los salesianos.

 

NOTA RELACIONADA.

 

La oración de Don Bosco para invocar la poderosa protección de María Auxiliadora.

 

Por Abel Camasca.

 

23 de mayo de 2023 / 8:18 p. m.

 

San Juan Bosco, gran propagador de la devoción a María Auxiliadora, escribió una oración especial a la Virgen para obtener su poderosa protección.

 

En el texto, el santo llama a la Madre de Dios “defensora de la Iglesia” y hasta la compara con un ejército listo para la batalla. Esto se debe a que muchas de las victorias de los cristianos en la historia de la humanidad han sido atribuidas al auxilio de María.

 

Así, por ejemplo, de acuerdo al sitio web corazones.org, administrado por las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, en 1572 San Pío V introdujo en las letanías del Rosario la invocación: “María Auxiliadora, ruega por nosotros”.

 

Esa invocación surgió luego de que el 7 de octubre de 1571 los cristianos europeos vencieron a los musulmanes del imperio otomano en la batalla de Lepanto. Según los salesianos en Chile, los soldados sobrevivientes difundieron la invocación a María Auxiliadora.

 

Por otro lado, en 1809 el emperador Napoleón, queriendo apoderarse de toda Europa, apresó al Papa Pío VII y lo mantuvo prisionero. El Pontífice prometió que el día que retornara libre a Roma proclamaría la fiesta de María Auxiliadora. Al final, el Santo Padre fue liberado y retornó triunfante a la Ciudad Eterna un 24 de mayo de 1814.

 

Don Bosco se inspiró en la experiencia histórica sobre la intercesión de María y en los múltiples hechos milagrosos que él personalmente vivió con su auxilio para componer la siguiente oración:

 

 “Oh María, Virgen poderosa,

Tú, grande e ilustre defensora de la Iglesia;

Tú, auxilio maravilloso de los cristianos;

Tú, terrible como ejército ordenado para la batalla;

Tú sola has destruido cada herejía en todo el mundo;

Tú, en las angustias, en las luchas, en las estrecheces

defiéndenos del enemigo

y en la hora de la muerte

¡acoge nuestra alma en el Paraíso!”. Amén.

 

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