Uniòn de Credos, para una convivencia mundial

El Papa y los líderes religiosos animan acciones políticas por la paz

La Oficina de Prensa del Vaticano difundió hoy un mensaje de Francisco al Gran Ayatolá de los chiíes, Ali Al-Sistani, con quien se reunió en Nayaf, Iraq. Dos años después de aquella conversación fraterna, el Pontífice relanza la necesidad de colaboración entre los credos para una convivencia pacífica en un mundo marcado por numerosos conflictos

Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano. (VN, 150323).

 

“Un hito en el camino del diálogo interreligioso y de la comprensión entre los pueblos”. Así recuerda el Papa Francisco -en un mensaje difundido hoy por la Sala de Prensa vaticana- el histórico encuentro que mantuvo hace dos años, en el marco de su viaje apostólico a Iraq, con el Gran Ayatolá Sayyid Ali Al-Husayni Al-Sistani, líder de la comunidad chií del país.

 

La colaboración entre religiones es indispensable

Fue una conversación privada y fraterna que, repite hoy el Papa, le “hizo bien al alma”, una ocasión para compartir espiritualmente los grandes temas de la solidaridad, la paz y la defensa de los más débiles.

 

“Me edificó su compromiso con los que sufren persecución, preservando el carácter sagrado de la vida y la importancia de la unidad del pueblo iraquí. La colaboración y la amistad entre creyentes de distintas religiones es indispensable, para cultivar no sólo la estima mutua, sino sobre todo esa concordia que contribuye al bien de la humanidad, como nos enseña la historia reciente de Iraq. Nuestras comunidades, por tanto, pueden y deben ser un lugar privilegiado de comunión y un símbolo de coexistencia pacífica, donde se invoque al Creador de todos, para un futuro de unidad en la tierra.”

 

Redescubrir la fraternidad y la acogida

A la luz de la convicción común de que “el respeto de la dignidad y de los derechos de cada persona y de cada comunidad, especialmente de la libertad religiosa, de pensamiento y de expresión, es fuente de serenidad personal y social y de armonía entre los pueblos”, Francisco se detuvo en el papel decisivo de los líderes religiosos, más aún en las crisis de la sociedad contemporánea:

 

“También a nosotros, líderes religiosos, nos corresponde animar a quienes tienen responsabilidades en la sociedad civil a trabajar para afirmar una cultura basada en la justicia y la paz, promoviendo acciones políticas que protejan los derechos fundamentales de todos. En efecto, es esencial que la familia humana redescubra el sentido de la fraternidad y de la acogida recíproca, como respuesta concreta a los desafíos actuales.”

 

La esperanza expresada por el Pontífice es que juntos, cristianos y musulmanes, podamos ser siempre testigos de verdad, amor y esperanza, “en un mundo marcado por numerosos conflictos y, por tanto, necesitado de compasión y sanación”.

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Catequesis del Papa: Dios nos llama a todos a ser apóstoles

En su catequesis de la audiencia general de esta mañana, el Papa Francisco aclaró el significado de ser discípulos hoy e invitó a verificar actitudes, opciones y decisiones a partir de la experiencia de los Doce elegidos por Jesús y del testimonio de San Pablo. Sacerdotes, consagrados y laicos tienen tareas diferentes pero una llamada común a la misión, la diversidad de carismas y ministerios, dijo el Pontífice, no puede servir de pretexto para formas de desigualdad

Vatican News, 150323.

 

Durante la audiencia general celebrada esta mañana en la Plaza de San Pedro, ante la presencia de varios miles de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países, el Santo Padre, prosiguiendo con su ciclo de catequesis sobre la pasión de evangelizar y, en la escuela del Concilio Vaticano II, propuso entender mejor qué significa ser “apóstoles” hoy.

 

Ante todo, Francisco explicó que “la palabra ‘apóstol’ nos trae a la mente el grupo de los Doce apóstoles elegidos por Jesús”. Y dijo que “a veces llamamos ‘apóstol’ a algún santo, o más en general a los obispos”.

 

La vocación cristiana es una llamada al apostolado

Pero ¿somos conscientes que el ser apóstoles se refiere a cada cristiano y, por tanto, también a cada uno de nosotros? En efecto, estamos llamados a ser apóstoles en una Iglesia que en el Credo profesamos como apostólica”.

 

“El Concilio Vaticano II nos enseña que la vocación cristiana es también una llamada al apostolado. Con el bautismo recibimos una vocación y una misión, es decir, el Señor nos llama para estar con Él y para enviarnos a anunciar la Buena Noticia. Por eso, apóstoles no son sólo los Doce discípulos que eligió Jesús, sino todos los bautizados, que formamos el santo Pueblo fiel de Dios”

 

También los laicos cumplen su cometido en la misión

El Obispo de Roma afirmó que a los Apóstoles y a sus sucesores Cristo les confirió el encargo de enseñar, de santificar y de regir en su mismo nombre y autoridad. Sin embargo, “también los laicos hechos partícipes del ministerio sacerdotal, profético y real de Cristo, cumplen su cometido en la misión de todo el pueblo de Dios en la Iglesia y en el mundo”.

 

Colaboración del laicado con la jerarquía de la Iglesia

A las preguntas: “¿Cómo entiende el Concilio la colaboración del laicado con la jerarquía?”, y si “¿se trata de una mera adaptación estratégica a las nuevas situaciones emergentes?”, el Papa dijo: “En absoluto, hay algo más, que va más allá de las contingencias del momento y que mantiene su propio valor también para nosotros”.

 

El Santo Padre recordó a continuación que la Iglesia – tal como afirma el Decreto Ad gentes – “no está verdaderamente fundada, ni vive plenamente, ni es signo perfecto de Cristo entre las gentes, mientras no exista y trabaje con la jerarquía un laicado propiamente dicho”.

 

No a categorías privilegiadas ni a formas de desigualdad

Por otra parte, Francisco añadió que “en el cuadro de la unidad de la misión, la diversidad de carismas y de ministerios no debe dar lugar, dentro del cuerpo eclesial, a categorías privilegiadas; ni puede servir de pretexto a formas de desigualdad que no encuentran cabida en Cristo y en la Iglesia”. Al respecto el Santo Padre explicó que esto se debe a que, aunque “algunos, por voluntad de Cristo, han sido constituidos doctores, dispensadores de los misterios y pastores para los demás, existe una auténtica igualdad entre todos en cuanto a la dignidad y a la acción común a todos los fieles en orden a la edificación del Cuerpo de Cristo”.

 

Al don gratuito corresponde una respuesta gratuita

“El testimonio de los primeros cristianos ilumina también nuestro apostolado en la Iglesia de hoy. Sus experiencias nos muestran que es Dios quien nos elige y nos da la gracia para la misión – que a veces esta misión parece superar nuestras capacidades – y que a ese don gratuito corresponde una respuesta gratuita de nuestra parte”

 

La tarea apostólica – dijo el Papa al concluir – “es común a todos los bautizados, y cada uno la lleva adelante de manera activa y creativa, según los dones y los carismas que ha recibido”.

 

Saludos del Papa en nuestro idioma

“Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Dentro de unos días celebraremos la solemnidad de san José, patrono de la Iglesia universal. Pidamos a Dios, por intercesión de este querido santo, que nos ayude a ser apóstoles fieles y valientes, abiertos al diálogo y dispuestos a afrontar los desafíos de la evangelización”

 

Agradecimiento a sus compatriotas

“Quiero agradecer de una manera especial – agregó Francisco – a todas las personas pertenecientes a los partidos políticos y referentes sociales de mi país, que se han unido para firmar una carta de saludo con motivo del décimo año del pontificado. Gracias por este gesto. Se me ocurre decirles –así como se han unido para firmar esta carta – qué lindo que se unan para hablar, para discutir y llevar la patria adelante”.

 

Y concluyó pidiendo “que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide”.