Perla Rodríguez Contreras
La manifestación feminista del 8 de marzo que incluyó, al terminar la marcha, destrozos en el kiosko de la Plaza de Armas, derivó también en que se perdiera y dañara artesanía hecha por mujeres y que permanecía resguardada en dicho espacio cultural que depende de la Dirección de Promoción Turística en conjunto con la Escuela de Pintura de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED).
Así lo dio a conocer la titular de dicha dirección, Elvira Silerio Díaz, quien expresó que “nuestro kiosko quedó muy dañado, a mí me duele mucho esa parte porque también hay mujeres que fueron afectadas porque se perdió toda la artesanía y el trabajo que estaba al interior”.
La funcionaria municipal se dijo a favor de levantar la voz y de la libre manifestación, pero exhortó a que se cuiden las formas y a tener límites, sin violentar a otra mujer.
Dijo que al final de cuentas tanto la Catedral como el kiosko también son patrimonio de cada una de las mujeres duranguenses.
“Siempre reiterar que se les apoya, respalda, y creo que las formas se tienen que cuidar (…) En lo personal he pasado por procesos en lo que he tenido que superar episodios de violencia y que he vivido el tema de carne propia”.