Libertad de los apegos, cultivar la virtud de hacernos a un lado
En su alocución previa al rezo mariano, Francisco explica la importancia de dejar de lado los apegos, cultivar la virtud del hacernos a un lado en el momento oportuno, testimoniando que el punto de referencia de la vida es Jesús.
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano. (V.N., 150123).
El Papa Francisco, en su alocución de hoy previa al rezo mariano del Ángelus, ha reflexionado sobre el Evangelio de hoy que recoge el testimonio de Juan el Bautista sobre Jesús después de haberlo bautizado en el río Jordán. Al respecto reflexionó sobre la importancia de ser libres de los apegos, de cultivar la virtud de hacerse a un lado.
Nos cuestionó si somos capaces de hacer sitio a los demás, de escucharlos, de dejarlos libres, de no atarlos a nosotros pretendiendo gratitud. Francisco nos preguntó si somos capaces de atraer a los demás hacia Jesús o hacia nosotros mismos. Y siguiendo el ejemplo de Juan, nos preguntó si sabemos alegrarnos de que las personas emprendan su propio camino y sigan su llamada, incluso si eso implica un poco de desapego respecto a nosotros, si nos alegramos de sus logros, ¿con sinceridad y sin envidia?
Juan el Bautista
Juan el Bautista hablando de Jesús dice: «A Él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo» (vv. 29-30). Al respecto, Francisco, hablando de Juan el Bautista, explicó que esta declaración revela el espíritu de servicio de Juan. Él fue enviado a preparar el camino al Mesías, y lo hizo sin ahorrar esfuerzos, dijo el Papa.
“Humanamente, se podría pensar que le será entregado un “premio”, un puesto relevante en la vida pública de Jesús. En cambio, no. Una vez cumplida su misión, Juan sabe hacerse a un lado, se retira de la escena para dejar el sitio a Jesús. Ha visto al Espíritu descender sobre Él (cfr. vv. 33-34), lo ha señalado como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y ahora se dispone a escucharlo humildemente”.
El signo del verdadero educador
Juan el Bautista, afirmó el Papa, predicó y reunió discípulos, los formó, y, sin embargo, señaló Francisco, no ata a nadie a sí. Este es el signo del verdadero educador remarcó, no atar a las personas a uno mismo.
“Juan pone a sus discípulos sobre las huellas de Jesús. No está interesado a tener seguidores, a obtener prestigio y éxito, sino que presenta su testimonio y luego da un paso atrás para que muchos tengan la alegría de encontrar a Jesús”.
La libertad respecto a los apegosCon este espíritu de servicio, con su capacidad de dejar sitio, Juan el Bautista nos enseña una cosa importante, enfatizó Francisco: la libertad respecto a los apegos. Sí, porque es fácil apegarse a roles y posiciones, a la necesidad de ser estimados, reconocidos y premiados.
Sin embargo, para el Santo Padre, este apego, aunque si es natural, no es bueno, porque como dijo el Papa, el servicio implica la gratuidad, el cuidar de los demás sin ventajas para uno mismo, sin segundos fines.
“Nos hará bien cultivar, como Juan, la virtud del hacernos a un lado en el momento oportuno, testimoniando que el punto de referencia de la vida es Jesús”.
Hacerse a un lado, aprender a despedirse: he cumplido esta misión, he tenido este encuentro, me hago a un lado y dejo lugar al Señor. Aprender a hacerse a un lado, a no tomar algo como una recompensa para nosotros.
Crecer en espíritu de servicio
Libertad de los apegos, esto dijo el Papa es importante, para un sacerdote “que está llamado a predicar y celebrar no por afán de protagonismo o por interés, sino para acompañar a los demás hacia Jesús”. O en los padres de familia, que educan a sus hijos con sacrificios y luego los dejan libres para que sigan su propio camino en la vida. Al respecto, el Pontífice dijo que es justo que “los padres sigan asegurando su presencia diciendo a los hijos: «no los dejamos solos»; pero con discreción, sin intromisión”.
Liberarse de los apegos y hacerse a un lado cuesta recordó Francisco, pero es importante hacerlo siempre, en todo momento, en la amistad, en la vida de pareja, en la vida comunitaria: es el paso decisivo para crecer en el espíritu de servicio.
XXXXX
NOTA RELACIONADA.
Nigeria, un sacerdote católico asesinado y otro herido en su casa parroquial
Según la policía del país africano, el padre Isaac Achi murió en el incendio provocado por los bandidos que intentaban entrar en la residencia de la parroquia de San Pedro y San Pablo en Kafin-Koro, en la región de Paikoro, mientras que el padre Collins recibió un disparo a la espalda mientras intentaba huir. Han comenzado las investigaciones para detener a los agresores.
Vatican News, 150123.
El domingo por la mañana en Nigeria, un grupo de bandidos atacó la residencia parroquial de la iglesia católica de San Pedro y San Pablo en Kafin-Koro, región de Paikoro, antes del amanecer, matando al padre Isaac Achi e hiriendo por la espalda al padre Collins cuando intentaba escapar. Cuando llegaron las fuerzas de seguridad, los atacantes abandonaron la casa, prendiéndole fuego, lo que provocó la muerte del padre Achi.
Murió en el incendio provocado por los bandidos
Al confirmar el violento y trágico ataque, que tuvo lugar hacia las 3 de la madrugada, el responsable de Relaciones Públicas de la Policía en el estado, Wasiu Abiodun, declaró que “los bandidos intentaron entrar en la residencia, pero fracasaron y prendieron fuego a la casa, mientras el reverendo padre moría carbonizado”. Los equipos tácticos de la policía de Kafin-Koro, informó Abiodun, “fueron enviados inmediatamente al lugar de los hechos, pero los matones huyeron antes de su llegada”.
Sacerdote herido trasladado al hospital para recibir tratamiento
El cuerpo sin vida del padre Isaac fue recuperado, “mientras que el padre Collins fue trasladado al hospital para recibir tratamiento”. El Comisario de Policía de la Comandancia del Estado, Ogundele Ayodeji, envió un equipo de refuerzo a la zona “y se están realizando esfuerzos para detener a los asaltantes, al tiempo que se han iniciado las investigaciones sobre el trágico ataque.”