¿Qué es la comunión espiritual y cómo puedo recibirla?
Por Yhonatan Luque
Redacción ACI Prensa, 141122.
La comunión espiritual se ha convertido en una bella expresión de fe entre aquellas personas que por distintas razones no pueden acceder a la comunión sacramental. A través de una bella oración, cualquier católico le dice al Señor cuánto lo ama y desea estar junto a Él a pesar de no poder recibir el Cuerpo de Cristo.
¿Qué es la comunión espiritual?
La comunión espiritual es un acto de deseo con el que el creyente expresa con sus propias palabras o con una oración previamente compuesta que desea recibir al Señor en su corazón pese a las circunstancias que impiden recibirlo directamente en el pan y vino consagrado.
Esta oración se recita de forma personal o grupal.
¿Quién puede hacer la comunión espiritual?
Puede ser recibida por todo aquel fiel creyente que crea que Jesús está verdaderamente presente en las formas consagradas y tenga algún impedimento para comulgar sacramentalmente.
Esto incluye a los divorciados en nueva unión, los que asisten a Misa sin estar en estado de gracia (aquellos que no han recibido recientemente la absolución en el sacramento de la Confesión), quienes se encuentran en zonas alejadas donde no es posible la celebración de la Eucaristía, los impedidos de asistir a Misa por alguna enfermedad o prohibición, etc.
¿Cuándo se hace la comunión espiritual?
El momento de la distribución de la Eucaristía es una excelente ocasión para realizar una comunión espiritual si se tiene la posibilidad de asistir a una Santa Misa. Si no es posible acercarse a un templo, esta plegaria puede ser incluida al final de las devociones personales como el rezo del Santo Rosario.
¿Cómo hacer comunión espiritual?
Lo más importante para recibir la comunión espiritual es tener un sincero anhelo de recibir al Señor en el corazón y expresarlo mediante una oración.
Por lo general, se suele emplear una tradicional oración atribuida a San Alfonso María de Ligorio.
Oración de comunión espiritual
“Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén”. San Alfonso María de Ligorio.
Comunión espiritual para niños
Los niños que no han recibido la Primera Comunión pero que son conscientes de la presencia real de Jesús en la Eucaristía también pueden realizar la comunión espiritual con esta sencilla oración: “Niño Jesús, que en la Hostia estás, para mí te quiero, para mi serás”.
Etiquetas: comunión espiritual
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¿Quiénes van al purgatorio?
Por Yhonatan Luque
Redacción ACI Prensa, 141122.
La Iglesia enseña que el purgatorio es la purificación final de las almas antes de entrar al Cielo, pero ¿quiénes van al purgatorio y por qué razones?
A diferencia del Cielo y del infierno, que son destinos eternos del alma, el purgatorio es un proceso de purificación temporal por el que solo pasan algunas personas después de su vida terrenal.
Por un lado, el infierno está reservado para aquellas personas que mueren en pecado mortal, sin estar arrepentidos y sin abrazar la misericordia de Dios. Es un estado de sufrimiento eterno y de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con el resto de la Iglesia.
Por el contrario, el Cielo es el destino final de aquellas almas que mueren en estado de gracia, en amistad con Dios y están perfectamente purificadas.
Estas almas gozarán eternamente de la presencia de Dios en compañía de los santos de todos los siglos, incluyendo a la Santísima Virgen María.
¿Quiénes van al purgatorio?
El Catecismo de la Iglesia Católica, en su numeral 1030, enseña que van al purgatorio aquellas almas que “mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificadas”.
En el numeral 1031, el Catecismo indica que a pesar de que la Iglesia muchas veces habla del purgatorio como “fuego purificador”, también enseña que el sufrimiento de este proceso “es completamente distinto del castigo de los condenados”.
Para aliviar el sufrimiento de las almas del purgatorio y reducir el tiempo de este proceso, la Iglesia invita a todos sus hijos a hacer oraciones y sacrificios (indulgencias) en favor de ellas.
Etiquetas: Almas del Purgatorio, Purgatorio en la Biblia