Nuevos Gestos Catòlico-Islamistas

Francisco: Un nuevo abrazo entre Oriente y Occidente

El Santo Padre se encontró con el Gran Imán de Al-Azhar y el Patriarca Ecuménico de Constantinopla. Dos gestos del Pontífice en una “etapa preciosa”, como él mismo la definió, en el proceso de amistad con los jefes religiosos islámicos: “Un camino fraterno que, bajo la mirada del cielo, quiere favorecer la paz en la tierra”.

Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News, 041122.

“Gracias por esta visita, usted ha sido muy valiente hoy al hablar de diálogo entre musulmanes”. Estas son las sinceras palabras del Papa Francisco a Ahmed Al-Tayeb, Gran Imán de Al-Azhar, con quien se reunió de modo privado en la tarde de este viernes 4 de noviembre, en este segundo día de su viaje apostólico internacional al Reino de Baréin. El coloquio se desarrolló en la Residencia Papal ubicada en el área del Palacio Real Sakhir.

 

El Santo Padre y el Gran Imán han tejido un profundo vínculo en los últimos años, que se ha reforzado durante los cinco encuentros (ahora seis) desde 2016. Con él firmó, el 4 de febrero de 2019 durante su visita pastoral a los Emiratos Árabes Unidos, el Documento sobre la Fraternidad Humana por la paz mundial y la convivencia común. Con esta declaración, deseaban, como se desprende del texto, trasladar una invitación a la reconciliación y a la fraternidad entre todos los creyentes y todas las personas de buena voluntad, un llamamiento a toda convivencia viva que repudia la violencia. También constituye “un testimonio de la grandeza de la fe en Dios que une los corazones divididos y eleva el espíritu humano”, “un símbolo del abrazo entre Oriente y Occidente, entre el Norte y el Sur y entre todos los que creen que Dios nos ha creado para conocernos, para cooperar entre nosotros y para vivir como hermanos que se aman”.

 

El obsequio del Papa al Gran Imán

En este nuevo abrazo entre Oriente y Occidente, el Obispo de Roma entregó, como don, un árbol de olivo, realizado en 2019 por el escultor heleno Aggelos Panagiotides, un regalo que no solo evoca fuertemente significados antiguos, en su mayoría relacionados con la “paz”, la “integridad” absoluta y la “pureza” original, sino que, precisamente por ser conocido como el “árbol de la vida” por su capacidad de vivir durante siglos, se regala para desear un “largo futuro” de “riqueza” y “prosperidad”.

Si bien el olivo es hoy universalmente reconocido como emblema de “paz”, “fuerza”, “fe”, “triunfo”, “victoria” y “honor”, durante milenios esta planta también ha sido considerada un símbolo trascendente de “espiritualidad” y “sacralidad”.

Al igual que el Olivo que da frutos es un símbolo del “justo”, porque “como un olivo verde en la casa de Dios, confío en la fidelidad de Dios por los siglos de los siglos” (Sal 52,10), de la misma manera “los creyentes en Dios” no debemos olvidar dar el Olivo como signo de bendición, mientras esperamos “el encuentro final con Él y en su juicio” (Documento de Abu Dabi, 2019).

En la tierra del árbol de la vida, imagen que el Sucesor de Pedro utilizó durante su primer discurso, Francisco se encuentra como sembrador de paz. (Vatican Media)

En la tierra del árbol de la vida, imagen que el Sucesor de Pedro utilizó durante su primer discurso, Francisco se encuentra como sembrador de paz. (Vatican Media)

La conversación con Bartolomeo

El Papa también tuvo un coloquio, poco antes de las 15:30, con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo. El encuentro se efectuó en un clima de fraternidad y afecto, de acuerdo con la Oficina de Prensa de la Santa Sede.