Perla Rodríguez Contreras
La Iglesia Católica se mantiene de las aportaciones –denominadas limosnas- que brinda la ciudadanía, sin embargo, estas bajaron considerablemente derivado de la pandemia por el Covid-19, y es que los aforos fueron restringidos.
Así lo explicó el vocero de la Arquidiócesis, Noé Soto, al detallar que con estas aportaciones se pagan servicios de luz y agua, sueldos, mantenimiento, impermeabilización, remodelación, etc.
“Bajó la situación por la enfermedad del Covid, mucha gente dejó de ir, y es la aportación de los fieles lo que a nosotros nos sostiene”.
Noé Soto descartó que derivado de ello se haya tenido que incrementar el monto por sacramentos, pues las tarifas se mantienen.
“La situación económica no está fácil para las familias, y tampoco lo es para nosotros, todo nos ha subido y eso ha implicado que tengamos que ajustar más. Pero creemos en la providencia divina y esperamos que nunca nos falte”.