Ante los retenes que se colocan en carreteras de Zacatecas por parte de la delincuencia se ha procedido a tomar medidas de precaución, y aunque sabemos que siempre habrá riesgos se tomará de forma conjunta con el pueblo, expresó Faustino Armendariz, Arzobispo de Durango, al reiterar haber sido objeto de ese tipo de puntos de revisión.
El jerarca de la Iglesia Católica de la Arquidiócesis de Durango, la cual incluye en su territorio a municipios del norte de Zacatecas, dijo no tener evidencia sobre eventuales extorsiones en parroquias católicas por parte del crimen organizado como lo ha denunciado la jerarquía católica de Jalisco, la cual señala problemas de ese tipo en territorio zacatecano.
“Quienes hemos vivido esta experiencia (de los retenes) como yo lo he comentado en otra ocasión, ahora también el cardenal de Guadalajara y el obispo de Zacatecas seguimos lamentando pero también tomando medidas de prevención, es cierto que tenemos que estar en los caminos del evangelio, ahorita voy a Santiago Papasquiaro y sabemos que siempre habrá un riesgo, sin embargo, el riesgo lo queremos correr junto con el pueblo”, expresó el Arzobispo.
Si bien, dijo, las retenciones han ocurrido en Zacatecas, ello puede ocurrir en cualquier lugar y pese a ello se continuará con el trabajo pastoral y se habrá de detener, pues la intención es acompañar a la feligresía en todo momento.
“Es cierto que el clima de miedo y de violencia lo experimentan los sacerdotes y me lo comentan, pero el pueblo, la ciudadanía, sí nos comentan este tipo de situaciones (de cobros de extorsiones)”, dijo.
Sobre la demanda del cambio de política en materia de seguridad, recordó la existencia de un pronunciamiento emitido ya por la Conferencia Episcopal Mexicana, que se ha pronunciado sobre el particular ante los hechos de inseguridad existentes en el país.
“En un México salpicado de sangre, lo decíamos, tenemos que cambiar de estrategia y tener la seguridad de que nuestro pueblo deje de experimentar el miedo que está viviendo a causa de la violencia, es cierto que en nuestro estado de Durango no se dan ese tipo de confrontaciones públicas de los carteles, pero sí en la parte que nos corresponde de Zacatecas y otros estados del país”, dijo.
Agregó que todos los riesgos que corre la feligresía son los mismos afrontados por los sacerdotes, ya sea por extorsión o como el caso de Chihuahua en donde fueron asesinados en la sierra tarahumara dos jesuitas dedicados a la atención pastoral.