El medio de artístico y la sociedad en general se encuentra consternada por el fallecimiento de la escritora duranguense María Rosa Fiscal Pérez Gavilán, quién sumida en la depresión, murió después de momentos difíciles en su vida, derivados de un fraude cometido por su empleado de confianza.
La mañana de este domingo, amigos de la escritora comenzaron una campaña dando a conocer la situación tan difícil que vivía la escritora y promoviendo la ayuda humanitaria a la duranguense, pues ella ha había sido víctima de un fraude cometido por su trabajador de confianza, quien manejaba detalles de su carrera como escritora y tenía acceso a sus cuentas bancarias, despojándola de los ahorros de su vida, dejando las cuentas en cero y hundiendo en la pobreza a María Rosa.
Enferma, sin dinero y sumida en la depresión, María Rosa no tenía esposo y no tenía hijos y se había aislado, solamente siendo visitada por su sobrina, Lupita, quien atendía la salud y se encargaba de darle una mano a la escritora.
Sin embargo, la escritora había sufrido una caída en su hogar, y todavía fue internada en el ISSSTE, atendida, definiendo que lo mejor era llevarla a un asilo, donde cuidaran de ella, pero ya no fue posible, ella dejó de existir este sábado por la tarde.
María Rosa Fiscal, era una joya de la literatura, nació en la ciudad de Durango el 4 de octubre de 1938, desde temprana edad definió su gusto por la literatura, se convirtió en ensayista, escritora y también se dedicó a la docencia. Estudió Lengua y Literaturas Hispánicas y la maestría en Letras Iberoamericanas en la UNAM.
Entre sus muchas obras destacan “El aroma de la nostalgia. Sabores de Durango”, y muchas más.
La más reciente la presentó a penas en el 2020 en el Museo de la Ciudad, se trata de “Cartas de una Joven Distante”.