Perla Rodríguez Contreras
Con la aprobación e implementación del Código de Ética se avanza en que el desempeño de los funcionarios públicos se apegue cada vez más a códigos no solamente de ley y reglamentarios, sino de también de ética, declaró el presidente municipal de Durango, Jorge Salum del Palacio.
“Nos hemos trazado desde el inicio una tarea muy importante de tratar de recuperar esa confianza que la gente ha perdido en sus políticos, en sus funcionarios públicos precisamente por comportamientos poco éticos”.
Con el Código de Ética se va dando claridad a este tipo de comportamientos, dijo el alcalde, quien abundó en que en dicho código se aborda la función pública,y se especifica de manera puntal cuál debe ser el comportamiento que como funcionarios públicos se debe tener.
Negó mientras tanto que este código responda a algún caso preciso. “No, no es que haya habido una situación que lo detone como tal, que en todo caso haya sido una reacción a un tema específico, pero sí es parte de una línea de trabajo que nos hemos trazado desde el inicio de la administración, para ir fortaleciendo nuestra actuación como funcionarios públicos, sobre todo quienes manejan recursos financieros”.
Con ello, además, se tiene un complemento a las leyes y reglamentos que ya existían; habrá entonces más instrumentos legales para pedir determinados comportamientos.