Nuncio a obispos de Estados Unidos: La Iglesia debe ser “provida sin reservas”.
Redacción ACI Prensa, 171121.
El esfuerzo de los obispos católicos de Estados Unidos de equipar a las parroquias y comunidades para apoyar a las madres embarazadas necesitadas ejemplifica un “enfoque sinodal”, según el representante del Papa Francisco en los Estados Unidos.
“La Iglesia debe ser provida sin reservas. No podemos abandonar nuestra defensa de la vida humana inocente o de la persona vulnerable”, dijo el martes Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en los Estados Unidos, durante la asamblea general del Episcopado estadounidense (USCCB).
Los comentarios del prelado francés se produjeron cuando se dirigió a los obispos sobre la sinodalidad y la necesidad de discernimiento apostólico, durante la reunión anual de otoño en Baltimore, Maryland.
El Sínodo sobre la sinodalidad comenzó en octubre como un proceso mundial de escucha y diálogo de dos años que invita a los laicos católicos a participar y ofrecer comentarios. El proceso comienza con una fase diocesana, continúa con una fase continental y concluye con una fase universal en la que los obispos y otros se reunirán en Roma.
Según Mons. Pierre, “la verdadera reforma, aunque necesariamente fiel a la Tradición viva de la Iglesia, debe implicar también gestos concretos”.
“Creo que la sinodalidad es una respuesta a los desafíos de nuestro tiempo y al enfrentamiento, que amenaza con dividir a este país, y que también tiene sus ecos en la Iglesia”, explicó.
“Parece que muchos desconocen que están inmersos en este enfrentamiento, marcando posiciones, enraizadas en ciertas verdades, pero que están aisladas en el mundo de las ideas y no aplicadas a la realidad de la experiencia de fe vivida del Pueblo de Dios en situaciones concretas”, agregó.
Mons. Pierre definió la sinodalidad como una “forma de vida” y una “forma de vivir la fe de manera permanente en todos los niveles: en sus diócesis, parroquias, la familia y en las periferias”.
La sinodalidad, enfatizó, implica “escucharse unos a otros y al Espíritu, es impulsada por Dios e impulsada por la misión, y exige un discernimiento apostólico en común al unirse para buscar la voluntad de Dios”.
El Nuncio reconoció una serie de problemas que enfrenta la Iglesia. Primero, señaló la “cuestión provida”.
Un “enfoque sinodal de la pregunta sería comprender mejor por qué las personas buscan poner fin a los embarazos; cuáles son las causas fundamentales de las elecciones en contra de la vida y cuáles son los factores que hacen que esas elecciones sean tan complicadas para algunos; y, comenzar a formar un consenso con estrategias concretas para construir la cultura de la vida y la civilización del amor”, explicó.
Señaló al programa Walking with Moms in Need como un ejemplo concreto. El proyecto, dirigido por la USCCB, alienta a los católicos a apoyar y “caminar en los zapatos” de las mujeres embarazadas y madres de la localidad en situaciones difíciles.
“Busca caminar con mujeres, para comprender mejor sus situaciones, trabajar con agencias provida y de servicios sociales para satisfacer las necesidades concretas de las mujeres embarazadas y sus hijos”, dijo.
El programa “ayuda a las parroquias a identificar y ayudar a proporcionar la gama completa de necesidades para las madres y sus hijos por nacer, no solo durante el embarazo, sino en los años venideros”, según un comunicado del Arzobispo de Kansas City, Mons. Joseph F. Naumann, quien es presidente del Comité de Actividades ProVida de la USCCB.
Las iglesias católicas, agregó, “pueden marcar la diferencia”.
“Muchas mujeres embarazadas a menudo sufren de soledad y los eventos comunes, como los baby showers, no son parte de su realidad. Las parroquias, al escuchar cuáles son algunas de las necesidades espirituales, sociales y emocionales de la gente, pueden acompañar a las mujeres, incluso con pequeños actos de bondad”, continuó.
“Los gestos concretos, no meras ideas, muestran el rostro materno y tierno de la Iglesia que es verdaderamente provida”, recordó Mons. Naumann.
El Nuncio Apostólico citó la Eucaristía como un segundo ejemplo que muestra que “las realidades son más importantes que las ideas”.
“Podemos tener todas las ideas teológicas sobre la Eucaristía –y, por supuesto, las necesitamos–, pero ninguna de estas ideas se compara con la realidad del Misterio Eucarístico, que necesita ser descubierto y redescubierto a través de la experiencia práctica de la Iglesia, vivir en comunión, particularmente en esta época de pandemia”, dijo.
El discurso de Mons. Pierre se produjo cuando los obispos estadounidenses se preparan para votar sobre un nuevo documento que enfatiza la enseñanza de la Iglesia sobre la Eucaristía. El nuncio apostólico destacó la importancia de un “verdadero encuentro con su presencia real”.
“Existe la tentación de tratar la Eucaristía como algo que se debe ofrecer a unos pocos privilegiados en lugar de buscar caminar con aquellos cuya teología o discipulado se está quedando corto, ayudándoles a comprender y apreciar el don de la Eucaristía y ayudándoles a superar sus dificultades. En lugar de quedarnos atrapados en una ‘ideología de lo sagrado’, la sinodalidad es un método que nos ayuda a descubrir juntos un camino a seguir”, dijo.
Luego, repitió una pregunta que hizo en la asamblea de obispos de junio: “¿Qué tipo de Iglesia somos?”.
Además del mundo, la “Iglesia también está herida por la crisis de abusos, los efectos persistentes de la pandemia y la polarización que aflige a la sociedad. Esta es la realidad a la que hay que enfrentarse”, aseguró.
“La Iglesia necesita una acción concreta, que involucre a todos, acción que medie la presencia de Cristo en la realidad humana de nuestro mundo herido. En mi opinión, la forma en que se realiza esta acción concreta es a través de la sinodalidad”, concluyó.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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