Fanatismo ISIS subyace en Acogidos por Europa

Atentado en Auckland. Obispos: permanecer unidos contra la violencia

La Iglesia en Nueva Zelanda está profundamente entristecida por el atentado terrorista de ayer en un supermercado en Auckland, y se manifiesta cercana a todo el pueblo. Somos conscientes -escriben los obispos- de que los autores de estos atentados terroristas buscan siempre dividir a las comunidades tanto como infligir violencia directa a los individuos. Pero también sabemos -añaden- que las acciones de este único extremista son sólo sus crímenes.

“La comunidad católica de Nueva Zelanda está al lado de las personas de todos los credos y junto a los que no profesan ninguna fe, como pueblo unido contra toda forma de violencia”: lo escribe la Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda, en una nota emitida tras el atentado terrorista que tuvo lugar ayer, 3 de septiembre, en un supermercado de Auckland.

Un hombre, originario de Sri Lanka, apuñaló a seis personas e hirió gravemente a otras tres, antes de ser abatido por la policía. La primera ministra, Jacinda Ardern, calificó el dramático incidente de “acto terrorista” perpetrado por “un extremista violento”, inspirado en la ideología del Estado Islámico. Los prelados se hicieron eco hoy de estas palabras, lamentando “el atentado contra personas inocentes” y expresando su cercanía y oración con las víctimas y los heridos.  

 

Iglesia neozelandesa cercana a toda la población

“Estamos profundamente entristecidos -se lee en el comunicado- y nuestros corazones están con ustedes y con las comunidades afectadas. Somos conscientes -añaden los obispos- de que los autores de estos atentados terroristas buscan siempre dividir a las comunidades tanto como infligir violencia directa a los individuos. “Pero también sabemos -resalta además la nota episcopal- que las acciones de este único extremista son sólo sus crímenes”. De ahí la cercanía de la Iglesia católica neozelandesa a toda la población, creyentes y no creyentes, y su llamamiento a la unidad contra la violencia en todas sus formas.

 

Tal como informa AGI/AFP, el hombre de 32 años llevaba varios años en observación en Nueva Zelanda, y recientemente había sido puesto en libertad tras tres años de detención, según confirmó la primera ministra Jacinda Ardern, quien explicó que desde julio ya no había motivos para mantener en prisión al extremista inspirado en el Isis.

El atacante había llegado a Nueva Zelanda desde Sri Lanka con un visado de estudiante en 2011; tras unas declaraciones proterroristas en Facebook, fue puesto en observación en 2016; en 2018 fue detenido porque se le encontró en posesión de un cuchillo y se temía que pudiera llevar a cabo un ataque de “lobo solitario”. A pesar de los cargos e incluso de algunas condenas, después de tres años “se agotaron todas las vías para continuar con su detención”, dijo Ardern, señalando que se está modificando la ley antiterrorista para facilitar el control de las personas sobre las que existen sospechas fundadas.