Corresponsabilidad ciudadana, urge a Nicaragua

Nicaragua. Obispos hablan de esperanza y oración para un país en crisis

La pandemia de Covid-19, la crisis política, económica y social, y el proceso electoral: son los tres puntos en los que se detiene el mensaje emitido por la Conferencia Episcopal de Nicaragua en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.

 

Isabella Piro – Ciudad del Vaticano, (VN, 130521).

 

El documento ofrece un amplio, aunque amargo, panorama de la nación, empezando por la emergencia sanitaria que, hasta ahora, ha causado más de 7.600 infecciones y casi 200 muertes. Pero no sólo eso: el coronavirus, subrayan los obispos, ha incrementado “la pobreza y la gran desigualdad social que margina y discrimina a muchos sectores de la población, poniendo a prueba la fuerza de todos”.

 

Expresan, por tanto, sus condolencias por todos los difuntos y enfermos de Covid y su cercanía a las familias.

 

Los Obispos exhortan a los fieles a respetar siempre las normas higiénico-sanitarias, también durante las celebraciones litúrgicas. Las palabras de agradecimiento se dirigen también a los médicos, al personal sanitario y a todos los científicos que investigan y producen vacunas.

 

El mensaje episcopal se detiene en el contexto nacional, doblegado por la “crisis política, económica y social”. “Es necesario construir una Nicaragua basada en la paz, la justicia y el respeto a los derechos humanos -subrayan los prelados- rechazando todo lo que sea contrario a estos principios y trabajando juntos, conscientes de que los pilares de la paz son la justicia y el perdón.

 

“Al mismo tiempo, la CEN reitera “la gran importancia de la división de poderes en el Estado”, porque “es el principio del Estado de Derecho, es decir, el principio en el que es la legislación la que es soberana y no la voluntad arbitraria de los hombres”.

 

“Para Nicaragua, queremos y preferimos un sistema democrático -prosiguen los prelados- en el que la autoridad política debe rendir cuentas al pueblo y los órganos de representación deben estar sometidos a un control efectivo por parte de la sociedad”.

 

Por ello, la Iglesia de Managua afirma con rotundidad que “es necesario impedir la institucionalización de las restricciones arbitrarias e ilegales a las libertades de los ciudadanos, la persecución a los opositores y a los medios de comunicación, las persistentes situaciones de injusticia y las leyes lesivas para los derechos humanos”, sin olvidar “a quienes sufren por un familiar asesinado, desaparecido o perseguido”.

 

En cuanto al proceso electoral que conducirá a las elecciones generales del 7 de noviembre, los obispos nicaragüenses piden, en primer lugar, que las consultas sean “libres y creíbles”. A continuación, piden a los elegidos “la responsabilidad de sus actos”, como “elemento constitutivo de la representación democrática”.

 

“Todos debemos exigir el respeto al voto del pueblo”, añade el CEN, “para que, como resultado de la votación, haya un gobierno elegido por el pueblo soberano”.

 

Y es por ello que se invita a los votantes a “elegir, en conciencia, representantes que respeten la dignidad de la persona, los derechos humanos, la libertad, la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y la familia natural y tradicional, tal como Dios la creó”.

 

“Estos principios son indispensables, ineludibles e incuestionables para nosotros”, subrayan los obispos.

 

¿Cuál es entonces el camino correcto? La CEN habla claramente: el del encuentro con el otro, en nombre del bien común, porque la política es una forma de caridad.

“Todos, sin excluir a nadie, deben cumplir con su deber institucional -señalan los obispos- porque la auténtica política es la que se basa en el derecho y el diálogo justo” entre todos los sectores de la sociedad.

En esencia, los obispos piden a Nicaragua que actúe sobre la base de “una unidad real y una voluntad efectiva”, en nombre del “bien común”.

“Todos”, continúa el mensaje, “tenemos el derecho y la obligación de emprender una lucha civil y pacífica, en cualquier circunstancia”, y cada uno debe “asumir su parte de responsabilidad, sin egoísmos”.

 

Finalmente, con motivo de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, los prelados nicaragüenses invitan a los fieles a reunirse en oración por la paz. La iniciativa puede llevarse a cabo todos los jueves del mes de junio, en todas las parroquias del país.

Además, desde hoy 12 de junio, fiesta del Corazón Inmaculado de María, hasta el domingo 15 de agosto, solemnidad de la Asunción, se exhorta a los creyentes a rezar diariamente el Santo Rosario por el fin de la pandemia y a renovar su consagración a la Virgen María.