¿Por qué es tan especial la Fiesta de la Divina Misericordia?.
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa, 100421.
En un artículo publicado en la red social Hozana, reflexionando sobre el testimonio de la vidente Santa Faustina Kowalska, el P. Eugeniusz Malachwiejczyk señaló por qué la Fiesta de la Divina Misericordia “es excepcional”.
La Fiesta de la Divina Misericordia, que se celebra en el segundo domingo de Pascua, fue instituida por San Juan Pablo II en el año 2000.
Juan Pablo II, cuando era Arzobispo de Cracovia (Polonia), fue quien presidió la sesión solemne que puso punto final al proceso informativo diocesano para recopilar todos los datos y testimonios sobre la vida y obra de Santa María Faustina Kowalska.
Las actas del proceso fueron enviadas a Roma para abrir el proceso de beatificación de la vidente del Señor de la Divina Misericordia.
Santa Faustina fue beatificada y canonizada por San Juan Pablo II en 1993 y en el año 2000, respectivamente.
El P. Malachwiejczyk recordó uno de los mensajes de Jesucristo a Santa Faustina, en el que se señala que en el día de la Divina Misericordia “se abren las entrañas de mi misericordia, derramo todo un océano de gracias sobre las almas que se acercan a la fuente de mi misericordia”.
La Divina Misericordia en mi alma en Hozana
Además, Jesús le dijo a Santa que “toda alma que se confiese y comulgue recibirá el perdón completo de sus pecados y la remisión de sus penas”.
“En este día se abren todas las fuentes divinas por las que fluyen las gracias; que ningún alma tenga miedo de acercarse a mí, aunque sus pecados sean como la grana”, dijo Jesús a la vidente polaca.
El sacerdote subrayó también que “la Fiesta de la Misericordia es la segunda en el grupo de las cuatro nuevas formas de culto a la Divina Misericordia”.
Estas formas son la imagen de Jesús Misericordioso, la Fiesta de la Divina Misericordia, la Coronilla a la Divina Misericordia y la hora de la Gran Misericordia para todo el mundo.
Además, recordó que hay “elementos esenciales” vinculados a esta celebración.
Uno de estos es la novena a la Divina Misericordia, que se empieza en Viernes Santo, mientras que otro es “honrar la imagen de Jesús Misericordioso”, por lo que “es importante que en este día la imagen de Jesús Misericordioso esté expuesta y ‘disponible’ para los fieles”.
Otras formas de vivir la Fiesta de la Divina Misericordia, continuó el sacerdote, son confesarse y participar de la Misa, recibiendo la Eucaristía.
También destacó que en la Fiesta de la Divina Misericordia se puede obtener indulgencia plenaria.
Etiquetas: Divina Misericordia, Domingo de la Divina Misericordia, Coronilla de la Divina Misericordia
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El origen de la imagen se vincula con la visión que Sor Faustina tuvo en Plock, el 22 de febrero de 1931 y durante la cual Cristo le expresó su voluntad de que pintara tal imagen y pusiera abajo la siguiente inscripción: Jesús, en vos confío.
Esta imagen fue pintada por Adolfo Hyla y se hizo famosa por las gracias que recibían los fieles; es la más difundida en el mundo. De esta manera se cumplió el pedido de Jesús a Santa Faustina: “Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y (luego) en el mundo entero”.
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Así puedes obtener una indulgencia plenaria el Domingo de la Misericordia en cuarentena.
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A pesar de las dificultades para confesarse y acceder a la Eucaristía en tiempos de pandemia de COVID-19, es posible obtener la indulgencia plenaria que se concederá el segundo Domingo de Pascua por la Fiesta de la Divina Misericordia.
En sus apariciones a Santa Faustina Kowalska, Cristo, bajo la devoción del Señor de la Divina Misericordia; aseguró varias gracias a los que se acogieran a su misericordia.
“Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores… El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas… Que ninguna alma tema acercarse a mí, aunque sus pecados sean como escarlata”, dijo el Señor en una promesa que hizo a la santa polaca en una de sus apariciones místicas.
Más adelante, San Juan Pablo II instituyó oficialmente la indulgencia plenaria para esta fiesta que se celebra el segundo Domingo de Pascua en el “decreto sobre las indulgencias recibidas en la Fiesta de la Divina Misericordia”, un don que también puede alcanzar a los enfermos y los navegantes en altamar. Este año tendrá lugar el 19 de abril,
La indulgencia plenaria se concede al fiel que participe en actos de piedad realizados en honor de la Divina Misericordia con las condiciones habituales de confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.
El sacerdote del Santuario Nacional de La Divina Misericordia (Estados Unidos), P. Chris Alar, reconoció que por la cuarentena establecida en varios países ante el coronavirus, es muy difícil acceder a la confesión y a la Comunión. Pero aseguró que se pueden recibir las gracias especiales de la Divina Misericordia siguiendo tres pasos.
- Hacer un acto de contrición
Según el catecismo de la Iglesia Católica, si una persona no puede confesarse, puede realizar un acto de contrición.
“Entre los actos del penitente, la contrición aparece en primer lugar. Es ‘un dolor del alma y una detestación del pecado cometido con la resolución de no volver a pecar’”, señala el catecismo.
Este acto, aunque perdona los pecados veniales, obtiene el perdón de los mortales si se realiza con “contrición perfecta” y “si comprende la firme resolución de recurrir tan pronto sea posible a la confesión sacramental”.
- Realizar la Comunión espiritual
Al no poder acceder a la Sagrada Comunión, el P. Alar aconseja realizar la Comunión espiritual, donde se pide a Dios que entre en el “corazón como si lo hubieras recibido sacramentalmente”, con la intención de acudir a la Eucaristía lo más pronto posible.
Para ello, se puede realizar la siguiente oración:
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el Cielo
y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma,
pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti.
Amén
- Realizar una oración especial
El sacerdote recomienda realizar la siguiente oración:
Señor Jesucristo, Tú prometiste a Santa Faustina que el alma que ha estado en confesión (no puedo, pero hice un acto de contrición) y el alma que recibe la Sagrada Comunión (no puedo, pero hice una Comunión espiritual) recibirá el perdón completo de todos los pecados y castigos. Por favor, Señor Jesucristo, dame esta gracia.
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