El señor Enrique Urrutia era el primero en la fila en el módulo de vacunación en vehículo, sin embargo su Mini Van se descargó y tuvo que ser auxiliado por diversas personas para empujar la unidad y agilizar el proceso para recibir el biológico desde su automotor.
Fue el primero en ingresar, pues había sido el más madrugador en hacer fila desde su vehículo en el segundo estacionamiento de la feria, donde en momentos previos tuvo dificultad hasta para abrir la puerta, lo que se dio ante algunos gritos de desesperación de quienes aguardaban para recibir la vacuna contra el nuevo coronavirus.
Don Enrique, quien iba acompañado por su esposa, fue auxiliado por reporteros, médicos y servidores de la nación para llegar a su meta, la vacuna que estuvo esperando desde hace más de un año.