Sicarios Sandinistas mataron a líder rural: OVA

Destacado líder campesino opositor es asesinado a tiros en Nicaragua

 

Ernesto Jarquín fue preso político durante meses. Grupos de la oposición acusan de su muerte a “sicarios de la dictadura sandinista”.

 

 

(DW, 300321).- Ernesto Jarquín, de 55 años, conocido por su rechazo al Gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue asesinado a tiros el lunes por un sujeto desconocido, denunció este martes (30.03.2021) la no gubernamental Organización de Víctimas de Abril (OVA).

 

Jarquín estaba esperando mientras lo atendían en un negocio de lavado de autos en la localidad de Mulukukú (noreste), la tarde de ayer, cuando un hombre apareció de forma repentina, descargó cinco disparos, y huyó, según confirmó OVA.

 

Fotos compartidas por medios de comunicación oficialistas, con efecto de distorsión, mostraron el cuerpo de la víctima tirado en el suelo, con sangre alrededor de su cabeza. Hasta la mañana de hoy la Policía Nacional no había informado sobre el crimen.

 

También fuentes no oficialistas divulgaron imágenes del asesinado. Por ejemplo la secretaria del Movimiento Campesino, Kenia Gutiérrez, que junto a una imagen del cadáver ensangrentado de Jarquín afirmó en Twitter: “Más asesinatos a campesinos opositores, de esta dictadura criminal sandinista”.

Y lamentó que el asesinato sucede “mientras dos precandidatos hablan de cohabitación y salida digna para el peor de los asesinos de Nicaragua”, en clara referencia a Daniel Ortega.

 

“Jarquín era un reconocido opositor a la dictadura Ortega Murillo, y estuvo preso durante varios meses por su participación en la rebelión cívica de abril del 2018, hasta su excarcelación en noviembre de 2019”, señaló OVA.

 

“Desde el año 2018 en Nicaragua varios opositores han sido asesinados en el campo por sujetos desconocidos sin que hasta ahora las autoridades hayan resuelto los crímenes. La maquinaria de la institucionalidad del Estado está puesta en función de garantizar la impunidad para los delincuentes y asesinos del pueblo”, se quejó la Organización.

 

Jarquín ya era un declarado opositor de Ortega en 2018, cuando fue capturado junto con el exalcalde de Mulukukú, Apolonio Fargas, y compartió junto con el líder campesino Medardo Mairena el calabozo más temido de Nicaragua, conocido como “El Infiernillo”.

 

Al salir de prisión, Fargas recibió amenazas que lo obligaron a renunciar a su cargo de alcalde y salir del país, pero Jarquín, quien denunció torturas y malos tratos en la cárcel, decidió quedarse en Mulukukú, 240 kilómetros al noreste de Managua.

 

“Esta situación es resultado del estado de la represión, la alta inseguridad ciudadana y de absoluta impunidad que impera en nuestra patria, y que son el fruto de los discursos y campaña permanente de odio que se promueven cada día desde El Carmen (la mansión de Ortega)”, insistió OVA

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lgc (efe/100%Noticias).

 

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Un guatemalteco muerto en un control fronterizo mexicano

 

Las autoridades reconocen que el soldado disparó en una “reacción errónea”. Seis militares mexicanos fueron retenidos por pobladores del lugar.

 

 

(DW, 300321).-. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México confirmó este martes (30.03.2021) que un soldado mató al migrante guatemalteco Elvin Mazariegos en la frontera sur y argumentó que el militar tuvo “una reacción errónea”. El general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena, detalló que el hecho ocurrió en un retén militar en el municipio de Motozintla, Chiapas, donde Elvin viajaba con otras dos personas en un vehículo que dio reversa al observar el punto de revisión.

 

“Ahí hay una reacción errónea por parte del personal militar, porque no hubo ninguna agresión con arma de fuego o una agresión de alguna otra manera, pero uno de nuestros elementos hace algunos disparos, donde hiere a uno de los civiles”, admitió Sandoval. Reportes de la policía local habían señalado previamente que la víctima apuntó con un arma a los uniformados. Sandoval no se refirió a esta versión.

 

Las declaraciones del líder del Ejército mexicano, en la rueda de prensa diaria de Palacio Nacional, ocurren horas después del anuncio de una indagatoria por homicidio agravado en la Fiscalía de Inmigrantes de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chiapas. El secretario de la Defensa aseguró que los propios militares atendieron a Elvin tras herirlo, pero esto contradice el informe de la fiscalía, que había afirmado que el cuerpo apareció sin vida en un vehículo Mitsubishi en el municipio de Mazapa de Madero. “Al herido se le da atención por parte de nuestro propio personal y desafortunadamente pierde la vida”, aseveró el general Sandoval.

 

Tras el incidente, pobladores del lugar retuvieron a 15 militares en La Esperanza, en el municipio guatemalteco de Tacaná. Resultado de negociaciones con autoridades de ambos países, la noche del lunes liberaron a nueve y a los restantes seis la madrugada del martes. “Se llega a un acuerdo de reparación económica y como era exigencia de los pobladores, se inician las acciones judiciales contra el responsable”, explicó Sandoval. También fueron retenidos tres vehículos y 17 armas, que ya fueron devueltos a México.

 

La muerte del guatemalteco sucede días después del feminicidio de Victoria Esperanza Salazar, migrante de El Salvador de 36 años que tenía visa humanitaria, asesinada por cuatro policías del municipio de Tulum, enclave turístico de Quintana Roo. El deceso de Victoria, grabado en vídeo el sábado, ha despertado protestas de grupos que acusan a las fuerzas de seguridad mexicanas de racismo y misoginia, además de reclamos de El Salvador. En el caso de Elvin, el canciller de Guatemala, Pedro Brolo, exigió este martes a las autoridades mexicanas “el esclarecimiento de los crímenes cometidos”.

lgc (efe/afp)