Al menos 600 mujeres protagonizaron la marcha en contra de la violencia y por los derechos sexuales de la mujer; vestidas de negro, con distintivos morados y verdes, partieron de la avenida 20 de noviembre y Carlos León de la Peña rumbo a la Plaza de Armas frente a la Catedral.
Ataviadas con los colores feministas y al grito de protesta caminaron por la arteria principal de la ciudad exigiendo el aborto legal, pero también el cese a la violencia que se ha visto incrementada en los últimos meses.
En sus reclamos, pidieron al Congreso del Estado que apruebe las leyes pendientes en pro de los derechos reproductivos de las mujeres como el aborto legal, y en esa tesitura previamente habían colocado una gran manta en la catedral con la consigna: “Saquen sus doctrinas de nuestras vaginas”.
Muchas de las mujeres llevaban el rostro cubierto por máscaras que las mantenían en el anonimato y gritaban “el estado nos debe el aborto legal (…) la lucha feminista por América Latina, tiemblen, tiemblen machistas”.
La protesta se situó frente a Catedral, y ahí se leyó el pliego petitorio, donde resaltaron la seguridad, una vida libre de violencia, atención con perspectiva de género, órdenes de protección a quienes denuncien violencia por primera vez, investigación, políticas públicas, una coordinación especializada en feminicidios, alerta de género, cese a violencia política, espacios seguros donde no se agreda, viole o asesine a las mujeres, así como castigo a agresores, especialmente a servidores y cuerpos académicos, apego a la ley federal del trabajo, sobre todo contra acoso laboral y sexual.
Finalmente, remataron con leyes que incluyan el aborto seguro legal y gratuito para todas las mujeres, cartilla de derechos sexuales y reproductivos.