Humano e Hijo de Dios: eres mi hermano. Y Punto: el Papa

Rueda de prensa del Papa Francisco en el vuelo de regreso de Irak a Roma.

 

Redacción ACI Prensa, 080321.

 

El Papa Francisco concedió este 8 de marzo una rueda de prensa en el vuelo que lo llevó de regreso de Irak a Roma, y en el que reflexionó sobre las consecuencias de la guerra, las impresiones que le dejó el pueblo iraquí, las migraciones, si habría una visita a Siria y Argentina.

Papa Francisco: Antes que nada, gracias por su trabajo y por vuestra compañía, por su cansancio. Hoy es el Día de la Mujer, felicitaciones a las mujeres: la fiesta de la mujer. Pero hablábamos ¿por qué no hay fiesta de los hombres? También en el encuentro con la esposa del presidente. Yo decía por qué los hombres estamos siempre en fiesta y se quiere hacer una fiesta de las mujeres. Y la esposa del presidente habló bien sobre las mujeres y me dijo cosas bellas hoy: esa fortaleza que tienen las mujeres para salir adelante en la vida, la historia, la familia, muchas cosas. Felicitaciones a todos. Y en tercer lugar, hoy es cumpleaños de la periodista de la COPE. ¿Ayer? Muchas felicitaciones y debemos festejarlo. Luego veremos cómo, aquí puede. Muy bien. Ahora la palabra es de ustedes.

Abdul Karim Atrach – Sky news Arabia: Santidad, hace dos años en Abu Dhabi se dio el encuentro con el imán de Al Azhar y la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana. Hace tres día usted se encontró con Al Sistani. ¿Se puede pensar en una cosa similar con la rama chiíta del islam? Y luego un segundo tema. San Juan Pablo II decía sobre el Líbano que más que un país, es un mensaje. Pero ahora este mensaje está desapareciendo. ¿Pensamos en una eminente futura visita suya al Líbano?

Papa Francisco: El documento de Abu Dhabi del 4 de febrero fue preparado con el gran imán, en secreto durante seis meses: rezando, reflexionando, corrigiendo el texto. Diría que fue un poco presuntuoso, pero tómenlo como una presunción, un primer paso de esto que usted me pregunta. Podemos decir que este sería el segundo y habrá otros. Es importante el camino de la fraternidad. Luego los dos documentos, el de Abu Dhabi ha dejado en mí la inquietud de la fraternidad y salió Fratelli tutti. Ambos documentos se deben estudiar porque van en la misma dirección, buscan la fraternidad.

El ayatolá Al Sistani tiene una frase que espero recordar bien: ‘Los hombres son hermanos por religión o iguales por creación’. La fraternidad y la igualdad, pero bajo la igualdad no podemos andar. Creo que es un camino también cultural. Pensemos, nosotros los cristianos, en la guerra de los 30 años, en la Noche de San Bartolomé, para poner un ejemplo, pensemos en esto. Cómo entre nosotros cambia la mentalidad porque nuestra fe nos hace descubrir que es esto la revelación de Jesús, el amor, la caridad y nos lleva a esto, pero cuántos siglos para actuarlos. Esto es una cosa importante: la fraternidad humana, que como hombres somos todos hermanos y debemos ir adelante con las otras religiones.

El Concilio Vaticano II ha dado un importante paso sobre esto con la institución luego del Consejo para la Unidad de los Cristianos y el Consejo para el Diálogo Interreligioso, el Cardenal Ayuso nos acompaña hoy. Tú eres humano, eres hijo de Dios, eres mi hermano. Punto.

Esta sería la indicación más grande. Muchas veces se debe uno arriesgar para dar estos pasos. Usted sabe que hay algunas críticas que [dicen] ‘el Papa no es valiente, es un inconsciente que está dando pasos contra la doctrina católica, que está a un paso de la herejía’. Son los riesgos, pero estas decisiones se toman siempre en oración, en diálogo, pidiendo consejo, en reflexión, no son un capricho. Y también están en la línea que el Concilio nos ha enseñado, esto sobre su primera pregunta.

La segunda, el Líbano es un mensaje. Líbano sufre. Líbano es más que un equilibrio. Tiene la debilidad de la diversidad, aunque algunas todavía no reconciliadas, pero tiene la fortaleza del gran pueblo reconciliado, como la fortaleza de los cedros.

El Patriarca Rai me ha pedido por favor, en este viaje, de hacer una escala en Beirut, pero me ha parecido poco, una migaja ante un problema de un país que sufre como el Líbano. Escribí una carta e hice la promesa de hacer un viaje al Líbano, pero el Líbano en este momento está en crisis, pero en crisis, no quiero ofender, en crisis de vida eh. El Líbano, tan generoso el Líbano en la acogida de prófugos. Esto respecto al viaje.

Johannes Neudecker – DPA: ¿En qué medida el encuentro con Al Sistani era un mensaje hacia los jefes religiosos de Irán?

Papa Francisco: Yo creo que es un mensaje universal. Yo sentí el deber de, en esta peregrinación de fe y penitencia, de ir a encontrar un grande, un sabio, un hombre de Dios. Y solamente escuchándolo se percibe esto. Y hablando de los mensajes, es un mensaje para todos, es un mensaje para todos. Él es una persona que tiene aquella sabiduría y prudencia. Me decía: “Desde hace 10 años -creo que me ha dicho- no recibo a la gente que viene… sí a visitarme; pero, con otros objetivos políticos o culturales, no. Solamente religiosos”. Y él fue muy respetuoso, muy respetuoso en la reunión. Me sentí honrado, también en el saludo, que él nunca se levanta al saludar y se levantó para saludarme dos veces.

Un hombre humilde y sabio. Me hizo bien al alma esa reunión. Es una luz. Estos sabios están en todas partes porque la sabiduría de Dios se ha extendido por todo el mundo, ¿no?

También ocurre lo mismo con los santos que no son solamente los de los altares, son los santos de todos los días. Aquellos que yo llamo “los de la puerta de al lado”. Los santos, hombres y mujeres, que viven su fe, sea la que sea, con coherencia. Que viven los valores humanos con coherencia. La fraternidad con coherencia. Creo que tenemos que descubrir a estas personas, destacarlas, porque hay tantos ejemplos. Cuando hay escándalos en la Iglesia, muchos, y esto no ayuda, pero mostremos las personas que buscan el camino de la fraternidad. Los santos de la puerta de al lado, ¿no? Y encontraremos gente de nuestra familia, seguramente. Algún abuelo, alguna abuela, seguro.

Eva Fernández – Radio COPE: Durante estos días su viaje a Irak ha tenido una enorme repercusión en todo el mundo, ¿cree que puede ser el viaje de su Pontificado? Y también se ha dicho que era el más arriesgado ¿Ha tenido miedo en algún momento de su viaje? Una vez que reprendemos estos viajes y usted está a punto de cumplir el octavo año de pontificado ¿sigue pensando que será corto? Y la gran pregunta de siempre Santo Padre ¿Regresará alguna vez a Argentina? ¿Tendrá España esperanza todavía de que algún día vaya el Papa?

Papa Francisco: Comienzo por la última, que es una pregunta, y la entiendo, porque en aquel libro de mi amigo el periodista Nelson Castro, médico, él había hecho un libro sobre la enfermedad de los presidentes. Y yo una vez le dije, ya en Roma, tú debes hacer una sobre la enfermedad de los Papas, porque será interesante conocer las enfermedades de los Papas, al menos de algunos que de los últimos tiempos ¿no? Y comenzó a hacerlo. Él me hizo la entrevista, salió el libro, me dicen que es bueno, yo no lo he visto. Él me hizo una pregunta: Si renuncia, si muero o si renuncio. ¿Si usted renuncia, volverá a Argentina o permanecerá aquí? Yo dije no volveré a Argentina, esto lo he dicho, pero permaneceré aquí en mi diócesis, pero en esa hipótesis.

Esto va unido a la pregunta: ¿Cuándo voy a Argentina? ¿Por qué no voy? Yo respondo siempre, un poco irónicamente: “He estado 76 años en Argentina, suficiente ¿no?”. Pero, hay algo que no sé por qué no se dice. Estuvo programado un viaje a Argentina en noviembre de 2017, se comenzaba a trabajar, se hacía Chile, Argentina y Uruguay. Habría sido a finales de noviembre, pero, en aquel tiempo Chile estaba en campaña electoral, en aquellos días en diciembre fue elegido el sucesor de Michelle Bachelet. Yo tenía que ir antes de que cambiara el gobierno, no podía ir después, pero hicimos así, e ir en enero a Chile. Luego, en enero a Argentina y Uruguay no era posible porque en enero es como nuestro agosto aquí, julio y agosto, en ambos países.

Repensando el asunto fue hecha la sugerencia del por qué no tomar Perú, porque Perú había sido pasado por alto en el viaje de Ecuador, Bolivia, Paraguay y se mantuvo aparte. Y de ahí nació el viaje en enero entre Chile y Perú. Pero esto lo que quiero decir para que no se hagan fantasías de ‘patriafobia’ ¿no? Cuando estará la oportunidad, se deberá hacer ¿no? Argentina, Uruguay, el sur de Brasil que son un complejo cultural muy grande.

Después, sobre los viajes. Yo, para tomar una decisión sobre los viajes, escucho. Las invitaciones son muchas y escucho los consejos de los asesores y de la gente. Hay veces que viene alguno, “¿qué piensas, debo ir o no?”. Y me hace bien escuchar. Eso me ayuda a tomar la decisión más tarde. Escucho a los consejeros y al final, rezo, rezo y pienso mucho, sobre algunos viajes he reflexionado mucho. Y luego la decisión viene de dentro. Que se haga, casi espontáneo, como una fruta madura. Es un largo camino, ¿no? Algunos son más difíciles, otros son más fáciles.

La decisión sobre este viaje viene de antes de aquella primera invitación de la embajadora, médico pediatra que fue la embajadora de Irak, insistió. Luego, vino la embajadora en Italia que es una mujer de lucha. Entonces llegó el nuevo embajador en el Vaticano, y luchó, antes había venido el presidente, todas estas cosas se quedaron adentro.

Pero hay otra cosa anterior que quisiera mencionar, una de ustedes me regaló la edición española de “La última joven”, yo la leí en italiano y después la entregué a Elisabetta Piqué para que la leyera. ¿La has leído? Más o menos. Está la historia de los yazidi, Nadia Murad allí relata aquello espantoso, espantoso. Yo les aconsejo leerlo, en algunos puntos como es biográfico podrá parecer un poco pesado, pero para mí ha sido el trasfondo, el telón de fondo de mi decisión, aquel libro trabajaba dentro, y cuando escuché a Nadia, que vino a contarme las cosas terribles, después con el libro. Yo, todas estas cosas juntas han hecho la decisión, pensando a todos, todos los problemas, mucho, pero al final vino la decisión y la tomé.

Después, el octavo año de Pontificado, ¿debo hacer así? -cruzando los dedos-. No sé si los viajes se alentarán o no. Solo les confieso que, en este viaje me cansé mucho más que en los otros ¿eh? Los 84 [años de edad] no vienen solos ¿eh? Es una consecuencia. Pero, veremos.

Ahora, debo ir a Hungría a la Misa final del Congreso Eucarístico, no visita al país, sino a la Misa. Pero, Budapest está a dos horas de Bratislava ¿por qué no hacer una visita a los eslovacos? No sé, y así comienzan las cosas ¿no?

Chico Harlan – Washington Post: Personas sin vacunar estuvieron cantando juntas. ¿Le preocupa que las personas que vinieron a verlo puedan enfermar o incluso morir? ¿Puede explicar esa reflexión y ese cálculo?

Papa Francisco: Como dije recientemente, los viajes se cocinan en el tiempo en mi conciencia. Y esta es una de las cosas que más me hacían [decir]: quizás, quizás. He pensado mucho, he rezado mucho sobre esto. Y al final tomé la decisión libremente, pero que venía del interior. Yo decía, que aquel que me hace decidir así se ocupará de la gente. Y así se toma la decisión, después de la oración y después del conocimiento de los riesgos, después de todo.

DesantPierre – KTO: Santidad, hemos visto el coraje y el dinamismo de los cristianos iraquíes. Hemos visto también los retos que deben afrontar: la amenaza de la violencia islamista, el éxodo de los cristianos y el testimonio de la fe en su ambiente. Estos son los desafíos de los cristianos en toda la región. Hemos hablado del Líbano, pero también de Siria, Tierra Santa, etc. Hace 10 años tuvo lugar el Sínodo para Oriente Medio, pero su desarrollo se interrumpió por el ataque contra la Catedral de Bagdad. ¿Piensa organizar algo para todo Oriente Medio, ya sea un Sínodo regional o alguna otra iniciativa?

Papa Francisco: No estoy pensando en un sínodo. Iniciativas, sí, estoy abierto a muchas. Pero el sínodo no me ha venido. Usted ha sembrado la primera semilla. Veremos qué sucede. La vida de los cristianos en Irak es una vida dura, pero no sólo de los cristianos. He hablado [en estos días] con yazidíes y [con miembros] de otras religiones que no se sometieron al poder de Daesh [Estado Islámico]. Y esto, no sé por qué, les ha dado una fuerza muy grande, pero está el problema que usted dice de la emigración. Ayer, mientras me encontraba en el coche de Qaraqosh a Erbil, mucha gente joven de edad muy baja, el nivel de edad es muy bajo. Mucha gente joven. Y la pregunta que alguno me hizo es la pregunta de esta gente joven: ¿Cuál es el futuro? ¿A dónde irán? Muchos deberán dejar el país, muchos. Antes de salir de viaje, al día siguiente, vinieron a despedirse de mí 12 refugiados iraquíes. Uno tenía una prótesis en la pierna porque había escapado bajo el camión y sufrió un accidente, escaparon muchos.

La emigración es un derecho doble: derecho a no emigrar y derecho a emigrar. Pero esta gente no tiene ninguno de los dos. Porque no pueden no emigrar, no saben cómo hacerlo, y no pueden, y no pueden emigrar porque el mundo todavía no ha tomado conciencia de que la emigración es un derecho humano. La otra vez, luego retomo a lo de la emigración. La otra vez me decía un sociólogo italiano hablando del invierno demográfico en Italia: dentro de 40 años deberemos importar extranjeros para que trabajen y paguen los impuestos (con los que se financian) nuestras pensiones. Vosotros, franceses, habéis sido más listos, habéis avanzado 10 años con la ley de sostenimiento de la familia y vuestro nivel de crecimiento es muy grande. Pero la inmigración se vive como una invasión. Ayer quise, porque me lo pidió, recibir al padre de Alan Kurdi. Ese niño es un símbolo. Alan Kurdi es un símbolo. Por eso le regalé la escultura a la FAO. Es un símbolo que va más allá de un niño muerto en la emigración. Es un símbolo de civilización que muere, que no puede sobrevivir. Un símbolo de humanidad. Hace falta medidas urgentes para que la gente tenga trabajo en su hogar y no necesite emigrar. Y también medidas para proteger el derecho de emigración.

Es verdad que cada país debe estudiar bien sus posibilidades de recibir, porque no se trata de recibirlos y abandonarlos en la playa. Recibirlos, acompañarlos, darles sostenimiento e integrarlos. La integración del migrante es la clave.

Dos anécdotas: en Zaventem, en Bélgica, los terroristas eran belgas. Nacidos en Bélgica, de emigrantes musulmanes guetizados [que viven en guetos], no integrados. Otro ejemplo, cuando estuve en Suecia, al despedirme del país, estaba la ministra, no sé de qué era, jovencísima, y tenía una fisonomía especial, no típica de los suecos. Era hija de un migrante y de una sueca, tan integrada que llegó a ministra. Hablando de estas cosas nos hará pensar mucho. Integrar. Sobre la migración, que creo que es el drama de la región. Y también querría dar las gracias a los países generosos, los países que reciben a los emigrantes, el Líbano. Líbano ha sido generoso con los migrantes. Hay más de dos millones de sirios allí, al menos. Y Jordania que, por desgracia no sobrevolaremos Jordania, porque el rey de Jordania, Abdulá, generosísimo, quería hacernos un homenaje con los aviones al pasar, le doy las gracias ahora. Jordania ha sido muy generosa: más de millón y medio de migrantes. Y otros muchos países, pero por mencionar a dos. Gracias a estos países generosos. Muchas gracias.

Stefania Falasca, Avvenire: Buenos días Padre. Usted en tres días, en este país que es un país del Medio Oriente, ha hecho lo que los poderosos de la Tierra discuten desde hace 30 años. Usted ya ha explicado cuál es la génesis interesante de sus viajes, cómo nace la elección de sus viajes. Pero en esta contingencia, pensando en Medio Oriente ¿Usted puede tomar en cuenta próximamente algún viaje a Siria y cuáles pueden ser los objetivos, digamos, de aquí a un año, de otros lugares en donde se pide su presencia?

Papa Francisco: Gracias. Sobre Medio Oriente, sobre la hipótesis también la promesa, está en el Líbano, no he pensado en un viaje a Siria. No lo he pensado porque no me ha venido la inspiración, pero estoy muy cercano a la amada y martirizada Siria, así la llamo. Recuerdo al inicio del pontificado, esa tarde de oración en la Plaza de San Pedro con la adoración al Santísimo, rezando el Rosario. Pero, ¡cuántos musulmanes con la alfombra rezaban con nosotros! Por la paz en Siria, para que se acaben los bombardeos. En ese momento se decía que habría un bombardeo feroz. Yo llevo en el corazón a Siria pero pensar en un viaje no me ha venido a la mente en este momento. Gracias.

Sylvia Wysocka, prensa polaca: Santidad, en estos doce meses muy difíciles también su actividad ha estado muy limitada. Ayer tuvo el primer contacto directo y muy cercano con la gente en Qaraqosh. ¿Qué cosa ha encontrado? Y luego, según usted, ahora con todo el régimen sanitario ¿se puede también volver a comenzar las audiencias generales con la gente, con los fieles, como eran antes?

Papa Francisco: Me siento distinto cuando estoy lejos de la gente en las audiencias. Quisiera volver a empezar las audiencias generales rápido. Esperamos que se den las condiciones. En esto yo sigo las normas de las autoridades, ellos son los responsables y ellos tienen la gracia de Dios para ayudarnos en esto. Ellos son los responsables de dar las normas, nos gusten o no. Los responsables son ellos y deben hacerlo así. Ahora he comenzado en la plaza el Ángelus, con distancia se puede hacer.

Hay una propuesta de pequeñas audiencias generales, pero no he decidido por qué no era claro el desarrollo de la situación, pero luego de estos meses de “prisión”, realmente me sentía un poco prisionero y esto es para mí revivir. Revivir porque es tocar la Iglesia, tocar el santo pueblo de Dios, tocar a todos los pueblos. Un sacerdote se hace sacerdote para servir, al servicio del pueblo de Dios, no por carrerismo, ¿no? No por el dinero.

Esta mañana en la Misa era la curación de Naamán el sirio. Dice que este Naamán quería dar dones luego de su curación, pero el profeta Eliseo lo rechazó. Pero la Biblia continúa: el asistente del profeta Eliseo luego cuando se fue, estimó bien al profeta y siguió a Naamán y le pidió dones. Y Dios dice “la lepra que tuvo Naamán ahora estará contigo”.

Tengo miedo que nosotros, hombres y mujeres de Iglesia, sobre todo que nosotros los sacerdotes, no tengamos esta cercanía gratuita al pueblo de Dios, que es lo que nos salva. Y hagamos como el siervo de Naamán, de ayudar pero luego vayamos detrás. A esa lepra le tengo miedo. Lo único que nos salva de la lepra de la codicia, de la soberbia, es el santo pueblo de Dios, eso que Dios dijo a David: “Te saqué de la grey, no te olvides de la grey”. Eso que Pablo dijo a Timoteo: “Recuerda a tu madre y a tu abuelo que te han alimentado la fe”.

Es no perder la pertenencia al pueblo de Dios y convertirse en una casta privilegiada de consagrados, clérigos, cualquier cosa. Por esto el contacto con el pueblo nos salva, nos ayuda. Nosotros damos al pueblo de Dios la Eucaristía, la predicación, nuestra función, pero ellos nos dan la pertenencia. No olvidar esta pertenencia al santo pueblo de Dios.

Luego, usted comenzaba así, ¿qué cosa he encontrado en Irak, en Qaraqosh? No me imaginaba las ruinas de Mosul y Qaraqosh. No me las imaginaba, realmente. Sí, he visto las cosas, he leído el libro pero esto toca, esto es apelante.

Después lo que más me ha tocado ha sido el testimonio de una madre en Qaraqosh. Dio su testimonio un sacerdote que realmente conoce la pobreza, el servicio, la penitencia, y una mujer que en los primeros bombardeos del Daesh perdió a su hijo. Ella dijo una palabra: perdón. Yo me quedé conmovido, una madre que dice “perdón y pido perdón por ellos”. Me vino a la memoria el viaje a Colombia, el encuentro en Villavicencio donde muchas personas, mujeres sobre todo, madres o esposas, contaban su experiencia del asesinato del hijo o del esposo, y decían “perdón, yo perdono”. Esta palabra la hemos perdido. Sabemos insultar a lo grande, sabemos condenar a lo grande. Yo el primero, esto lo sabemos bien, pero perdonar. Perdonar a los enemigos, esto es Evangelio puro. Esto es lo que más me ha tocado en Qaraqosh.

Papa Francisco: Desde hace casi una hora que estamos hablando y yo sigo, pero la fuerza… hagamos, ¿cómo se dice?, la última antes de festejar el cumpleaños.

Catherine Marciano – AFP: Santidad, quiero saber qué cosa ha sentido desde el helicóptero viendo la ciudad destruida de Mosul y luego rezando en las ruinas de una iglesia. Y como es el Día de la Mujer, quiero hacer una pequeña pregunta sobre las mujeres. Usted ha sostenido a las mujeres en Qaraqosh con palabras muy bellas, pero ¿qué cosa piensa sobre una mujer musulmana enamorada que no puede casarse con un cristiano sin antes ser descartada por su familia o algo peor? La primera pregunta era sobre Mosul, Gracias Santidad.

Papa Francisco: Sobre Mosul he dicho un poco al pasar eso que he sentido. Cuando estuve ante la iglesia destruida no tuve palabras, era para no creer. No solo la iglesia sino las otras iglesias, incluso una mezquita destruida, se ve que no estaba de acuerdo con la gente esta. Para no creer la crueldad humana nuestra. En este momento no quiero decir la palabra “recomenzar”, pero miremos al África. Con nuestra experiencia de Mosul, de estas iglesias destruidas, se crea la enemistad, la guerra y también comienza a actuar el llamado Estado Islámico. Esto es algo feo, muy feo.

Y antes de pasar a la otra pregunta, una pregunta que me vino a la mente en la iglesia era esta: “¿Quién vende las armas a estos destructores?”. Porque las armas no las hacen ellos en casa… Sí, cualquier cosa harán, pero ¿quién vende las armas, quién es responsable?. Al menos pediría que estos que venden las armas tengan la sinceridad de decir: “Nosotros vendemos las armas”. Lo digo, es malo.

Las mujeres. Las mujeres son más valientes que los hombres, eso es verdad, lo siento así. Pero la mujer también hoy es humillada. Vayamos al extremo. No sé quién, una de ustedes me hizo ver, no sé si tú Eva, la lista de los precios de las mujeres. Yo no podía creer que si la mujer es así entonces cuesta tanto. Las mujeres se venden, se esclavizan.

También en el centro de Roma el trabajo contra la trata es un trabajo de todos los días. En el Jubileo fui a visitar una de las muchas casas de la obra del Padre Benzi: muchachas rescatadas y una con la oreja cortada porque no tenía el dinero suficiente ese día, otra que fue llevada de Bratislava en la maletera del auto, esclava, secuestrada. Esto sucede entre nosotros, los educados, la trata de la gente.

En estos países, algunos, especialmente la parte del África, hay mutilación como un rito que se debe hacer, pero las mujeres son aún esclavas y debemos luchar por la dignidad de las mujeres. Son quienes llevan adelante la historia, esto no es una exageración. Las mujeres llevan adelante la historia y no es un cumplido hoy en el Día de la Mujer.

Es cierto, la esclavitud es así, el rechazo a la mujer. Pensar que un puesto x se hizo una discusión para que el rechazo a la mujer deba ser por escrito o solo oral, ni siquiera el derecho a tener el acto de repudio, ¡y esto sucede hoy!

Pero, para no alejarnos, pensamos en el centro de Roma, en las muchachas que son secuestradas y explotadas, ¿no? Creo que he dicho todo sobre esto. Les deseo un buen fin del viaje y les pido rezar por mí que lo necesito. Gracias.

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