Ola de arrestos contra políticos y activistas a favor de la democracia en Hong Kong.
Redacción ACI Prensa, 080121.
La policía de Hong Kong arrestó a más de 50 personas el 6 de enero por supuestas violaciones de la “ley de seguridad nacional” impuesta por China, convirtiéndose en la última de una serie de represiones que ha provocado la acusación y arresto de varios católicos que están a favor de la democracia en la isla.
Entre los arrestados este miércoles hay varios políticos y organizadores que participaron en elecciones “primarias” no oficiales para elegir candidatos de la oposición para las próximas elecciones en Hong Kong.
La isla tenía programado celebrar elecciones parlamentarias durante septiembre de 2020, pero fueron pospuestas por los peligros planteados por la pandemia de coronavirus.
Una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China indicó a BBC que los arrestos eran necesarios para detener “fuerzas externas e individuos” que planeaban “socavar la estabilidad y seguridad” del país.
Varios de los arrestados esta semana eran candidatos de la oposición que esperaban ganar las elecciones al parlamento o al Consejo Legislativo. Las elecciones primarias no oficiales se llevaron a cabo durante julio de 2020 con la participación de unos 600 mil hongkoneses.
El grupo Hong Kong Watch (HKW), con sede en el Reino Unido, calificó los arrestos como una “purga de casi todo el campo prodemocracia” y señaló que la mitad de los escaños del Consejo Legislativo ya están controlados por personas con intereses relacionados con el Partido Comunista Chino.
UCA News informó que entre los detenidos se encuentra un ciudadano estadounidense, el abogado John Clancey, el primer extranjero conocido en ser arrestado bajo la ley de seguridad nacional.
Benny Tai, un organizador cristiano a favor de la democracia que ayudó con las elecciones primarias, también fue arrestado. Según los informes, la policía también allanó la casa de Joshua Wong, un activista estudiantil que fue arrestado anteriormente.
La Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong entró en vigor el 1 de julio de 2020, fue impuesta directamente por Beijing y ha sido criticada por ser demasiado amplia en sus definiciones de terrorismo, sedición y colusión extranjera.
Según la ley, una persona condenada por los delitos antes mencionados recibirá un mínimo de 10 años de prisión, con posibilidad de cadena perpetua.
Hong Kong es una “región administrativa especial” de China, lo que significa que tiene su propio gobierno, pero permanece bajo control chino. Fue colonia británica hasta 1997, cuando fue devuelta a China bajo el principio de “un país, dos sistemas”, que permitía tener su propia legislatura y sistema económico.
La apertura de Hong Kong al mundo exterior y la transparencia en la regulación comercial y bancaria, en contraste con China continental, la ha convertido en un centro de negocios, banca y finanzas globales.
Millones de ciudadanos de Hong Kong, incluidos muchos católicos, han participado en los últimos años en protestas a favor de la democracia, que llegaron a un punto crítico durante el verano de 2019.
En ese momento, los manifestantes rechazaron con éxito los esfuerzos de la legislatura de Hong Kong para aprobar un proyecto de ley que permitía a China continental extraditar a presuntos criminales de la isla.
Sin embargo, con la aprobación de las nuevas leyes de seguridad, el gobierno chino tomó más poder para reprimir las protestas en Hong Kong, que ve como un desafío directo a su poder.
En junio de 2020, el administrador apostólico de Hong Kong, Cardenal John Tong Hon, indicó a Kung Kao Po, diario de la Diócesis de Hong Kong, “que la Ley Nacional de Seguridad no tendrá efecto sobre la libertad religiosa ya que el artículo 32 de la ley básica garantiza que tengamos libertad religiosa y que podemos predicar abiertamente y tener ceremonias de culto, así como participar en actividades religiosas”.
La última gran represión en Hong Kong ocurrió en agosto de 2020, cuando varios destacados activistas por la democracia fueron arrestados y acusados, entre los que se encontraba Agnes Chow, una activista católica por la democracia de 23 años.
En noviembre, tres de los activistas a favor de la democracia, incluidos Joshua Wong y Chow, fueron declarados culpables de cargos relacionados con su papel en una “asamblea ilegal” en 2019, y fueron condenados a meses de prisión, con la posibilidad de enfrentar más cargos.
También entre los arrestados en agosto se encontraba Jimmy Lai, un ejecutivo católico de los medios de comunicación que ha apoyado al movimiento prodemocrático de Hong Kong durante los últimos 30 años. Una banda de casi 200 agentes de policía arrestó a Lai el 10 de agosto, junto con al menos otras nueve personas relacionadas con Apple Daily, el periódico que Lai fundó en 1995.
Lai estuvo en libertad bajo fianza por un tiempo, pero a principios de diciembre fue acusado de colusión extranjera. Si es declarado culpable, podría recibir una cadena perpetua. Lai también fue acusado a principios de diciembre de 2020 de violar los términos de un contrato de arrendamiento para su empresa, Next Digital Media.
Después de otro breve período en libertad bajo fianza, se ordenó que Lai regresara a la cárcel el 31 de diciembre, donde permanecerá hasta una audiencia en febrero. Se espera que su juicio comience en abril.
El Obispo Emérito de Hong Kong, Cardenal Joseph Zen Ze-kiun, advirtió que el arresto de Lai muestra un aumento en la “intimidación política” contra periodistas en Hong Kong, parte de una erosión sistemática de las libertades básicas, incluida la libertad religiosa, por parte del gobierno chino.
El Cardenal Zen ha sido un crítico abierto del acuerdo de la Santa Sede con el gobierno chino, acordado por primera vez en 2018 y recientemente renovado por otros dos años.
Zen le ha explicado a CNA – agencia en inglés del Grupo ACI – que, en las últimas décadas, la Iglesia ha tenido un papel clave en la promoción de los valores de la dignidad humana y la libertad en Hong Kong, un papel que ahora se está erosionando constantemente.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.
Etiquetas: China, Protestas, Democracia, Hong Kong