Aborto: hasta diario del vaticano “calla” al Papa

Vaticanista advierte censura de medios al Papa Francisco cuando habla del aborto.

 

Redacción ACI Prensa, 151220.

 

El vaticanista italiano Sandro Magister criticó que cuando el Papa Francisco habla del aborto, especialmente ante el intento de legalización de esta práctica por parte del gobierno de Argentina, sufre la censura de algunos medios, incluso L’Osservatore Romano, el diario del Vaticano.

En su blog Settimo Cielo, Magister publicó el 14 de diciembre un post que comienza con algunas palabras del Santo Padre que están en el libro “Soñemos juntos”, que salió a la venta el 1 de diciembre: “Soy consciente de que oír a un Papa volver sobre este tema molestará a muchos”.

“Efectivamente, es así. Cada vez que toca este tema, Francisco no goza en absoluto de buena prensa. Es más, se le ignora sistemáticamente”, asegura Magister quien recuerda que hace unos días los diputados de Argentina aprobaron la ley del aborto por 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones. Ahora la norma será votada a fin de mes en el Senado.

En el libro “Soñemos juntos”, el Papa dice: “no puedo callar sobre los más de 30-40 millones de vidas no nacidas que, según los datos de la Organización mundial de la salud, son descartadas cada año por medio del aborto. Es terrible constatar que en muchas regiones que se consideran desarrolladas, esta práctica a menudo es fomentada porque los niños que tienen que nacer son discapacitados, o no han sido planificados. Pero la vida humana nunca es un peso. Exige darle espacio, no descartarla”.

El aborto es una injusticia grave. No puede ser nunca expresión legítima de autonomía y poder. Si nuestra autonomía exige la muerte de otros, entonces nuestra autonomía no es más que una jaula de hierro. A menudo me planteo dos preguntas: ¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? Y ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema?”, prosigue.

“Mi predecesor San Pablo VI advertía en su carta encíclica de 1968, ‘Humanae vitae’, sobre la tentación de considerar la vida humana como un objeto entre muchos, sobre el cual los poderosos y las personas instruidas pueden ejercer su dominio. ¡Qué profético es ahora su mensaje! Hoy en día, el diagnóstico prenatal es utilizado habitualmente para filtrar a los que se consideran débiles o inferiores”, resalta el Papa en el libro.

Magister recuerda que esto “no acaba aquí. El 1 de diciembre, durante un congreso argentino realizado en streaming en el que se discutía la ley del aborto, el sacerdote José María ‘Pepe’ Di Paola, párroco de la periferia de Buenos Aires y amigo desde hace muchos años de Bergoglio, dijo que había recibido desde Roma una carta” del Papa.

En ella el Santo Padre le decía que “para mí, la distorsión en la comprensión del aborto surge, sobre todo, cuando se considera este tema como una cuestión religiosa. La cuestión del aborto no es fundamentalmente religiosa. Es un problema humano antes que una opción religiosa. Hay que afrontar la cuestión del aborto científicamente”.

El P. Pepe Di Paola añadió “que el Papa hacía hincapié en la palabra ‘científicamente’”.

Las preguntas sobre el sicario que resuelve “un problema” las repitió el Papa en una carta escrita a las mujeres de un barrio popular en Buenos Aires, preocupadas por la posible legalización del aborto, y luego en una carta a un grupo de exalumnos en Argentina el 1 de diciembre.

Magister explica luego que “el Papa quiere demostrar que le importa ir al fondo de las cuestiones y hablar directamente al mundo, sin mezclarse en la lucha política, especialmente en la política argentina”.

“En particular, a Bergoglio le urge poner en evidencia su doble distanciamiento: de la ex presidenta peronista Cristina Fernandez de Kirchner, con la que dice que ‘no tiene ningún contacto’ desde que dejó el cargo, y de Juan Grabois, organizador de primer nivel de los ‘movimientos populares’ tan amados por el Papa y al que ha nombrado asesor del dicasterio vaticano para el servicio del desarrollo humano integral”, indica Magister.

“El motivo –escribe– de este distanciamiento es que tanto la una como el otro hacen creer que están más cerca del Papa y son más amigos suyos de lo que son en realidad. Con el resultado de que los medios de comunicación acaban con atribuirme a mí, Francisco, no ‘lo que digo’, sino lo que ‘dicen que digo’”, prosigue.

Magister lamenta luego que, respecto al Papa Francisco, “los medios de comunicación primero lo exaltan, luego lo censuran, dependiendo de lo que dice. Incluso L’Osservatore Romano ha ignorado totalmente las cartas autógrafas del Papa citadas en esta página [Settimo Cielo], con sus estocadas antiaborto”.

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