Con Biden u otro, seguirá lucha para que mundo sea digno de Humanidad Plena, sin Tanta Perversión: Gente Pro Vida.
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¿Cómo repercutiría un gobierno de Joe Biden en la agenda del aborto y LGBT en América Latina?.
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa, 111120.
Al tiempo que se ha manifestado como “católico”, Joe Biden, presidente virtualmente electo de Estados Unidos, no ha ocultado su afinidad con la agenda del aborto y del colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).
Planned Parenthood Action Fund, el brazo político de la multinacional del aborto Planned Parenthood Federation of America, calificó a Biden y a su candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris, como “campeones de la salud reproductiva”.
Un artículo del diario estadounidense The Washington Post de agosto de este año recuerda cómo Joe Biden y Kamala Harris “trabajaron” a favor del matrimonio gay.
De hecho, Biden, como vicepresidente de Estados Unidos durante el gobierno de Barack Obama, “casó” a una pareja de hombres homosexuales que trabajaban en la Casa Blanca.
Diversos medios de comunicación informaron el 7 de noviembre que Joe Biden ha sido el ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, luego de cinco días de conteo y de una muy ajustada disputa en todo el país.
El presidente Donald Trump no ha admitido la victoria del demócrata y ha anunciado recursos legales para exigir recuentos en diversos estados. Sin embargo, la victoria del candidato del Partido Republicano sería muy difícil de alcanzar y la Conferencia de los Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) ha reconocido como vencedor a Biden.
“Una muy mala noticia para la defensa de la vida y la familia”
En diálogo con ACI Prensa, Luis Losada Pescador, director de campañas de CitizenGO en Hispanoamérica advirtió que si la victoria de Biden fuera finalmente confirmada por las instituciones competentes en Estados Unidos “sería una muy mala noticia para la defensa de la vida y la familia en Latinoamérica”.
“Probablemente se derogaría la política de Ciudad de México regresando a financiar a las ONGs como Planned Parenthood, que sin ningún pudor realizan injerencia ideológica cabildeando en nuestros países para legalizar el aborto”, dijo.
Instituida en 1984 por el presidente Ronald Reagan, la “política de Ciudad de México”, llamada así por la ciudad en la que fue anunciada, determina que las organizaciones no gubernamentales extranjeras no pueden recibir financiamiento de fondos públicos si realizan o promueven el aborto como un método de planificación familiar.
En los años que siguieron, la política de Ciudad de México se convirtió en un emblema de la postura del nuevo presidente sobre el aborto. Los presidentes entrantes generalmente derogan o reinstauran esta política durante su primera semana en el poder, simbolizando la postura que tomarán sobre temas de aborto durante su mandato.
El presidente Bill Clinton derogó esta política el 22 de enero de 1993. George W. Bush la reinstauró el 22 de enero de 2001. Barack Obama la derogó nuevamente el 23 de enero de 2009, recibiendo críticas del Vaticano.
El 23 de enero de 2017, Donald Trump reinstauró la política de Ciudad de México, cortando nuevamente el financiamiento estadounidense a las organizaciones no gubernamentales que realizan o promueven el aborto en el extranjero.
Losada advirtió que, como sucedió en el gobierno de Obama, “también regresarían los embajadores especiales LGTB para ‘exportar’ ideología de género: ‘matrimonio’ y adopción gay, ‘cambio’ de sexo registral y adoctrinamiento de género en las escuelas”.
“Además, el sesgo de cooperación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) sería claramente ideológico e injerencista”. “Por eso la victoria de Biden sería una pésima noticia para la región”, subrayó.
Los millones de dólares del aborto
La International Planned Parenthood Federation (IPPF), matriz de Planned Parenthood Federation of America, la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (Mexfam) y la Asociación Pro-Bienestar de la Familia Colombiana (PROFAMILIA), entre otros, reconoce que gracias a la Política de Ciudad de México perdió durante el gobierno de Trump 100 millones de dólares.
De acuerdo a la multinacional del aborto, entre 2017 y 2020 perdió 1,2 millones de dólares para sus proyectos en Colombia, 500 mil dólares para República Dominicana, otros 500 mil dólares para El Salvador, 600 mil dólares para sus trabajos en Guatemala, 500 mil dólares para Honduras y 60 mil dólares para Panamá, entre otros.
En 2014, bajo el gobierno de Barack Obama, USAID firmó convenios de cinco años con IPPF y la también multinacional del aborto Marie Stopes, por más de 71 millones de dólares y 74 millones de dólares, respectivamente.
Al negarse a cumplir con la Política de Ciudad de México, nuevamente implementada en 2017 por Donald Trump, USAID detuvo los convenios con IPPF y Marie Stopes y las multinacionales del aborto tuvieron que detener sus proyectos.
Entre 2002 y 2006, con la aplicación de la Política de Ciudad de México durante el gobierno del republicano George W. Bush, la International Planned Parenthood Federation estima que perdió 116 millones de dólares.
Agenda de aborto y de ideología de género “desde el primer día de su gobierno”
Rodrigo Iván Cortés, presidente del Frente Nacional por la Familia de México, indicó que el impacto de una administración de Biden en temas de vida, familia y libertades fundamentales “podríamos verlo desde el primer día de su gobierno”.
Cortés advirtió que además de la promoción del aborto y la ideología de género en Estados Unidos, así como la supresión de la Política de Ciudad de México, Biden respaldaría la “agenda agresiva” especialmente “en el sistema interamericano de derechos humanos” de la Organización de Estados Americanos (OEA), específicamente en la Corte y en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“Lo que veremos es que va a arreciar la agenda de aborto, de ideología de género contra la familia y de restricciones de libertades fundamentales como son la libertad religiosa y la de los padres para educar a sus hijos. Es muy evidente que esto será así”, aseguró.
En el caso de México, señaló, “se vería cómo se daría una mayor presión o sinergia con los actores que buscan los mismos objetivos de cultura de la muerte de ideología de género y de restricción de libertades fundamentales”.
Critican “aureola de catolicismo” de Biden
El presidente del Frente Nacional por la Familia de México criticó que se le coloque de forma apresurada “una aureola de catolicismo a Biden cuando sostiene lo más contrario” a los principios “no negociables” expuestos por Benedicto XVI en 2006. Estos son la protección de la vida en todas sus etapas, el reconocimiento y promoción de la estructura natural de la familia, como unión entre un hombre y una mujer basada en el matrimonio, y la protección del derecho de los padres a educar a sus hijos.
Para Cortés, la presidencia de Biden tendrá un impacto cultural, pues “va a haber una distorsión de lo que es el ser católico en la vida pública y se va a generalizar la idea de que uno puede ser católico, político y promover de manera despiadada e inmisericorde el asesinato de inocentes en su etapa más vulnerable, que se puede andar promoviendo el matrimonio del mismo sexo, y toda la ideología de género”.
Marcial Padilla, director de la plataforma mexicana ConParticipación, coincidió en que con un gobierno de Biden “Planned Parenthood y otras organizaciones abortistas enviarían fondos para la presión política y en medios de comunicación en contra del derecho a la vida”.
Padilla indicó que “la compañera de fórmula de Joe Biden, la senadora Kamala Harris, ha hablado y actuado claramente en pro de la agenda progresista, de aborto e ideología de género”; y cuando fue fiscal de distrito de California “persiguió a los investigadores que exhibieron el negocio de venta de restos humanos de Planned Parenthood”, encabezados por David Daleiden.
“Pensar que la administración Biden-Harris sería favorable al derecho a la vida o a los valores familiares porque Joe Biden es católico sería contrario a los datos con los que se cuenta ahora. Más bien hay que esperar una acción intensa de parte del gobierno norteamericano sea en la política interior de su país como en el extranjero”, señaló.
Julia Regina de Cardenal, presidenta de la Fundación Sí a la Vida de El Salvador, señaló que si Biden y Harris son declarados ganadores de las elecciones en Estados Unidos “vendrá una inmensa inversión a nuestros países ‘menos desarrollados’ para promover la industria del aborto, facilitar sus servicios a los que llaman salud reproductiva y además imponer la ideología de género”.
“Biden ha dicho que es católico pero es proaborto”, dijo la líder provida, y señaló que Kamala Harris ha sido “calificada como la senadora más liberal, ‘progresista’, extremista de la izquierda, anti vida y hasta llegó a cuestionar la capacidad de la Juez Amy Coney Barrett por sus creencias religiosas. ¿A eso llaman tolerancia y progreso?”.
Sara Larín, fundadora de la Fundación VIDA SV de El Salvador, destacó que el gobierno de Donald Trump “realizó más de una veintena de acciones en favor de la causa provida, hizo nombramientos claves en su gabinete, protegió el derecho a la objeción de conciencia del personal de salud, protegió a los niños de las escuelas públicas aboliendo los baños trans, otorgó libertad a los estados para elegir si desean o no financiar a Planned Parenthood y lideró muchas iniciativas internacionales con el propósito de respetar la soberanía de los demás países, en especial de aquellos en desarrollo, para proteger su autodeterminación en asuntos internos como el aborto”.
“Como salvadoreños provida denunciamos que la fórmula presidencial Biden-Harris tenga como prioridad urgente revertir la Política de Ciudad de México, pues significaría que una vez más El Salvador tendrá que defenderse de todas las acciones en favor de la despenalización del aborto que serán financiadas con el dinero de los estadounidenses”, dijo.
“Un punto de alerta para todo el movimiento provida”
Jesús Magaña, presidente de Unidos por la Vida de Colombia, señaló que “definitivamente para el movimiento provida en el continente es muy preocupante su ascensión al poder, especialmente por el apoyo tan claro que ha recibido de IPPF”.
“Sería un punto de alerta para todo el movimiento provida”, dijo, pues Biden ha sido apoyado por “industrias muy fuertemente abortistas” en Estados Unidos.
Este respaldo, indicó, hace prever que un gobierno de Biden y Harris tienda “hacia la promoción de todas las políticas de aborto no solamente en los Estados Unidos sino en todos aquellos aspectos internacionales en los que pudiera tener alguna influencia el gobierno de los Estados Unidos”.
Raúl Magnasco, presidente de Más Vida de Argentina, advirtió que “la eventual confirmación de Joe Biden como próximo presidente de los Estados Unidos significaría un retroceso para Argentina, como para el resto de los países que habitualmente reciben presión de los organismos internacionales, tanto como de las organizaciones abortistas, para implantar legislación contraria a la vida y la familia”.
“Históricamente en la alternancia bipartidaria de los Estados Unidos el Partido Demócrata juega un rol de ‘izquierda’, sin poder considerarse al mismo como socialista puro pero cargándosele a sus gobernantes de turno retrocesos legislativos como aborto, eutanasia, drogas, persecución de la fe y reduccionismo de valores patrios y tradicionales en general”, señaló.
El impulso económico desde Estados Unidos, advirtió, “podría afectar sobremanera a las débiles estructuras políticas de países como Argentina”.
El director del Frente Nacional por la Familia en Ecuador, Erwin Ronquillo, dijo a ACI Prensa que el posible gobierno de Biden y Harris “abriría una peligrosa puerta para la promoción de la agenda abortista y la limitación de libertades”.
“En Ecuador más del 80% de los ciudadanos estamos en contra del aborto, por ejemplo. Sin embargo, en los últimos años varias activistas locales en contubernio con grupos de poder, financiados por ONGs y algunos organismos internacionales, presionan por legalizarlo a pesar que nuestra constitución claramente lo prohíbe”.
Ronquillo señaló que “si bien hemos podido resistir los embates (…), no es menos cierto que el freno que le puso la administración republicana a la ayuda internacional al aborto liderado por la transnacional IPPF ayudó mucho en esta causa”.
“Es por esto que, un eventual gobierno demócrata, daría carta abierta a que jugosos flujos de fondos vuelvan a fluir a las filiales locales de la IPPF, para buscar imponer la agenda abortista internacional por sobre nuestra normativa soberana”, señaló.
“Vamos a seguir luchando”
María Lourdes Varela, directora de 40 Días por la Vida en Iberoamérica, destacó que “desde Estados Unidos no solo viene un mal ejemplo proaborto sino también recursos para que se opere la promoción del aborto en nuestros países, para que nos convenzan de que nosotros matemos a nuestros propios hijos”.
Frente a eso, dijo, Donald Trump “ha demostrado y ha cumplido a su electorado con defender la vida en Estados Unidos y eso automáticamente impacta en el mundo entero”.
Sin embargo, “el movimiento provida, las actividades provida, no tienen que ver con un presidente o con un candidato. Sabemos que tenemos todo en contra, pero principalmente en 40 Días por la Vida creemos que con Dios todo es posible”.
Varela señaló que “no importa quién gane, nosotros vamos a seguir luchando en Estados Unidos, en México y en el mundo para que pronto en el mundo el aborto sea algo impensable”.
Colaboró con este artículo Diego López Marina.
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