Siga limpia de establos, pide Pell al Papa

Cardenal Pell agradece al Papa Francisco tras renuncia del Cardenal Becciu.

Redacción ACI Prensa, 250920.

 

El Cardenal George Pell, prefecto emérito de la Secretaría para la Economía del Vaticano, agradeció este viernes al Papa Francisco tras la renuncia del Cardenal Angelo Becciu al cargo de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de todos sus derechos del cardenalato.

En una declaración enviada a la CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– este viernes 25 de septiembre, el Cardenal Pell declaró que “el Santo Padre fue elegido para limpiar las finanzas del Vaticano”. “Juega un partido largo y hay que agradecerle y felicitarlo por los acontecimientos recientes”, aseguró.

El Purpurado emitió el comunicado desde Sydney, Australia, donde reside tras haber sido absuelto por la Corte Suprema de cargos de abuso sexual en el mes de abril. El Cardenal había pasado 13 meses encarcelado después de recibir una sentencia de prisión de seis años tras un juicio en Melbourne.

“Espero que la limpieza de los establos continúe tanto en el Vaticano como en Victoria”, dijo.

El Cardenal Becciu renunció el 24 de septiembre como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano y también a sus derechos como miembros del Colegio Cardenalicio.

El Cardenal Becciu sirvió como Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano entre 2011 y 2018, año en el que el Papa Francisco lo creó Cardenal y lo designó Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

En sus años como Sustituto habría estado involucrado en algunos escándalos financieros, más recientemente la inversión de la Secretaría de cientos de millones de euros con el empresario italiano Rafaelle Mincione y la polémica compra de un edificio de Londres.

Previamente, los cardenales Pell y Becciu se habían enfrentado por la reforma de las finanzas del Vaticano.

CNA también ha informado que en 2015 Becciu habría intentado disfrazar los préstamos en los balances del Vaticano cancelándolos contra el valor de la propiedad comprada en el barrio londinense de Chelsea, una maniobra contable prohibida por las nuevas políticas financieras aprobadas por el Papa Francisco en 2014.

El presunto intento habría sido detectado por la Prefectura de Economía, liderada entonces por el Cardenal George Pell. Importantes funcionarios de la secretaría dijeron a CNA que cuando el Purpurado australiano pidió ver los detalles de los préstamos, el Cardenal Becciu lo llamó a la Secretaría de Estado para una “reprimenda”.

El Cardenal Becciu defendió las inversiones de Londres como una “práctica aceptada”, pese a que los fiscales del Vaticano hicieron allanamientos en las oficinas de varios colaboradores cercanos del Cardenal y pese al resto de uno de los hombres de negocio involucrados.

En 2016, el Cardenal Becciu fue determinante para detener las reformas iniciadas por el Cardenal Pell.

Aunque el Papa Francisco había otorgado a la recién creada Prefectura de Economía una autoridad de supervisión autónoma sobre las finanzas del Vaticano, Becciu interfirió cuando la prefectura planeaba una auditoría externa de todos los departamentos de la Santa Sede, que sería realizada por la firma PriceWaterhouseCooper.

Unilateralmente, y sin permiso del Papa Francisco, el Cardenal Becciu canceló la auditoría y anunció en una carta a todos los departamentos del Vaticano que no se llevaría a cabo.

Cuando el Cardenal Pell impugnó internamente la cancelación de la auditoría, el Cardenal Becciu persuadió al Papa Francisco para que aprobara ex post facto su decisión, dijeron a CNA fuentes dentro de la prefectura. La auditoría nunca se llevó a cabo.

El Cardenal Becciu ofreció una conferencia de prensa en Roma este viernes 25 de septiembre en la que se dijo inocente de las irregularidades financieras.

Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.

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Redacción ACI Prensa, 250920.

 

Además de renunciar al cargo de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano, renuncia aceptada ayer jueves 24 de septiembre por el Papa Francisco, el Cardenal Angelo Becciu, de 72 años, renunció también a los derechos del cardenalato.

Aunque los motivos de la renuncia son diferentes, este caso recuerda al del Cardenal escocés Keith O’Brien, que renunció en el año 2015 a todas las prerrogativas de la pertenencia al colegio cardenalicio.

Entonces, en un comunicado firmado por el ahora Cardenal Decano Angelo Sodano, se explicaba que el Sumo Pontífice aceptaba la renuncia a los derechos y a las prerrogativas del cardenalato, recogidas en los cánones 349, 353 y 356 del Código de Derecho Canónico, por parte del Cardenal O’Brien.

Por lo tanto, al renunciar el Cardenal Becciu, ¿a qué a renunciado en concreto?

En el canon 349 se afirma que “los Cardenales de la Santa Iglesia Romana constituyen un Colegio peculiar, al que compete proveer a la elección del Romano Pontífice, según la norma del derecho peculiar; asimismo, los Cardenales asisten al Romano Pontífice tanto colegialmente, cuando son convocados para tratar juntos cuestiones de más importancia, como personalmente, mediante los distintos oficios que desempeñan, ayudando al Papa sobre todo en su gobierno cotidiano de la Iglesia universal”.

Por lo tanto, al Cardenal Becciu ya no se le considere un cardenal elector.

En el canon 353, se señala que “los Cardenales ayudan todos ellos colegialmente al Pastor supremo de la Iglesia, sobre todo en los Consistorios, en los que se reúnen por mandato del Romano Pontífice y bajo su presidencia; hay Consistorios ordinarios y extraordinarios”.

“Al Consistorio ordinario se convoca al menos a todos los Cardenales presentes en la Urbe para consultarles sobre algunas cuestiones graves, pero que se presentan sin embargo más comúnmente, o para realizar ciertos actos de máxima solemnidad”.

“Al Consistorio extraordinario, que se celebra cuando lo aconsejan especiales necesidades de la Iglesia o la gravedad de los asuntos que han de tratarse, se convoca a todos los Cardenales.

“Sólo el Consistorio ordinario en el que se celebran ciertas solemnidades puede ser público, es decir, cuando, además de los Cardenales, son admitidos Prelados, representantes diplomáticos de las sociedades civiles y otros invitados al acto”.

Eso implica que el Cardenal Becciu queda excluido de las celebraciones de los consistorios.

Por último, el canon 356 dispone que “los Cardenales tienen el deber de cooperar diligentemente con el Romano Pontífice; por tanto, los Cardenales que desempeñen cualquier oficio en la Curia y no sean Obispos diocesanos, están obligados a residir en la Urbe; los Cardenales a quienes se ha confiado una diócesis en calidad de Obispo diocesano, han de acudir a Roma cuantas veces sean convocados por el Romano Pontífice”.

Por ello, el Cardenal Becciu ya no podrá ser considerado un colaborador del Papa.

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