Obispo de SLP cita la Consumación de la Independencia; parece que omitió a Iturbide, como se hace oficialmente.
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Fiestas Patrias en México: “Venzamos el mal a fuerza de bien”, alienta Arzobispo.
Redacción ACI Prensa, 150920.
Con ocasión de la celebración de las fiestas de independencia en México, el Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Juan Carlos Cabrero Romero, alentó a que “¡no dejemos que el mal venza! ¡Venzamos el mal a fuerza de bien! ¡Trabajemos todos juntos por nuestra patria!”.
Desde la noche del 15 de septiembre hasta el 16 de septiembre se recuerda en México el inicio de la lucha por la independencia del país.
El 16 de septiembre de 1810, en lo que se conoce como el “Grito de Dolores”, el sacerdote mexicano Miguel Hidalgo y Costilla, junto a Ignacio Allende y Juan Aldama, llamó a la insurgencia contra lo que entonces era el virreinato de Nueva España.
La guerra de independencia de México culminó el 27 de septiembre de 1821, con el ingreso del llamado Ejército Trigarante a la actual Ciudad de México.
El Ejército Trigarante debía su nombre a que exigía tres garantías: la fe católica como religión nacional, la independencia de México con respecto de España y la unión entre americanos y europeos.
Tradicionalmente cerca de la medianoche el Presidente de México proclama un mensaje a semejanza del “Grito de Dolores” desde Palacio Nacional. Este año, debido a la pandemia, la celebración se realizará sin la asistencia de público y será transmitida a través de los medios de comunicación e internet.
En su mensaje, publicado en el sitio web de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Cabrero Romero lamentó que “este año no tendremos la emotividad que se respira cuando salíamos a las plazas públicas, para emular lo que sucedió esa noche frente al atrio del templo parroquial de Dolores, cuando el cura Hidalgo convocó a los parroquianos”.
“No tendremos una celebración cuya fiesta se tornó familiar dándole esa connotación de espíritu patrio. Sé que, en estas fechas, como en otras, hay una inercia para reunirnos en familia. Solo les invito a que sigamos haciendo nuestras las indicaciones sanitarias que conocemos todos. Hay que poner de nuestra parte para evitar contagios y por supuesto una mayor tragedia”, dijo.
El Prelado mexicano hizo un llamado a celebrar las fiestas patrias “a través de la reflexión. Nuestro país ha pasado por muchas oscuridades que han asaltado a nuestros pueblos y ciudades. La pandemia que sigue haciendo el mundo, ha hecho que estas, en nuestro país, se vuelvan más oscuras, con temor a que se dispensen con facilidad”.
“Sí, podemos celebrar abrazando, solidariamente hablando, a los hermanos pobres y desamparados, muchos de ellos afectados por la suspensión de muchas actividades productivas debido a la pandemia”, dijo.
“Con ese espíritu de solidaridad, necesariamente nos damos cuenta, que los retos y desafíos son demasiados”, añadió.
Sin embargo, continuó el Arzobispo mexicano, “no podemos perder la esperanza de encontrar camino de reconciliación, de fraternidad y de crecimiento que nos impulsa a servir a nuestra patria”.
“Tenemos muchos resentimientos como el odio y la división que podemos vencer con la fe, el amor, el perdón y la paz. Crezcamos en esperanza, pues, ella nos capacita para afrontar nuestro presente con ilusión, aunque el presente sea complicado y fatigoso”, animó.
El Arzobispo de San Luis Potosí dijo que en México “necesitamos sanear la vida social. No hay paz sin verdadero desarrollo y sin justicia. El mensaje del Evangelio es de verdad libertad, fraternidad solidaridad y reconciliación”.
“Cada uno de nosotros podemos hacer un juicio crítico de la situación que padecemos, pero también todos tenemos la obligación de trabajar por ser constructores de puentes que logren una verdadera cultura del encuentro. A quién no le va a preocupar la crisis social y la grave situación económica mundial que padece y que ha tenido grandes consecuencias en nuestra patria”, dijo.
El Prelado subrayó que “hace falta una verdadera participación de todos para trabajar por nuestro país”.
“Necesitamos trabajar para instaurar una amistad cívica que nos lleve a renunciar o a alejarnos de todo tipo de confrontación dejando al lado los intereses personales, partidistas o de grupos de poder que sólo hacen daño a los más necesitados”, expresó.
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El Papa Francisco nombra Obispo para el norte de México.
Redacción ACI Prensa, 150920.
El Papa Francisco aceptó este 15 de septiembre la renuncia de Mons. Felipe Padilla Cardona, de 75 años, como Obispo de Ciudad Obregón, en el estado de Sonora al norte de México, y nombró como sucesor a Mons. Rutilo Felipe Pozos Lorenzini.
Hasta la fecha, Mons. Pozos Lorenzini era Obispo Auxiliar de Puebla.
El nuevo Obispo de Ciudad Obregón nació en la ciudad de Rancho San Diego, en la jurisdicción de la Arquidiócesis de Puebla, en 1967. Fue ordenado sacerdote en 1993.
En diciembre de 2013 el Papa Francisco lo nombró Obispo Auxiliar de Puebla y recibió la ordenación episcopal en marzo de 2014.
Actualmente forma parte del Consejo Permanente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), representando a la provincia eclesiástica de Puebla.
A través de un comunicado firmado por Mons. Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM, los obispos mexicanos aseguraron que “nos unimos en alegría y oración con la Iglesia que peregrina en la Diócesis de Ciudad Obregón y deseamos a Mons. Rutilo Felipe Pozos Lorenzini, un fecundo desempeño en su nueva encomienda Episcopal que el Señor le ha confiado”.
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