El empresario desarrollador de vivienda, Salvador Chávez Molina, denunció públicamente una problemática de robos que se ha presentado en dos fraccionamientos recién construidos, el Colibrí y el Orquídeas, ubicados cerca del Carril 2000; ahí han ocurrido al menos 50 robos en viviendas deshabitadas o en construcción, incluso registrándose atracos con violencia hacia los veladores.
En entrevista, el también expresidente de la Cámara Nacional de Desarrolladores fe Vivienda (CANADEVI) en Durango, manifestó que durante el presente año la situación de robo se ha recrudecido en estos puntos, pues desde febrero decretaron los primeros casos. Se trata de personas que entran a las viviendas y las despojan de accesorios como cables, llaves, herrajes, entre otros, que significan quizá poca remuneración para ellos, pero que se traducen en grandes daños a las viviendas y, si se suman todos los atracos que han ocurrido de febrero a la fecha, representan alrededor de 250 mil pesos para el constructor.
El trasfondo es mucho más complicado, ya que se ha observado que las personas que se presentan a robar, lo hacen drogadas o alcoholizadas, lo que hace suponer que cometen el robo para poder comprar las sustancias tóxicas.
Chávez Molina expresó que esto desde luego es una situación delicada desde la perspectiva de que los ladrones se presentan en esas condiciones y se confrontan con los veladores, quienes ni siquiera usan un arma para defenderse.
En este caso, no se trata de una omisión de la autoridad porque la fiscalía ha actuado conforme procede y algunos de los ladrones, que primeramente fueron detenidos por los veladores, ya se encuentran en proceso ante las autoridades, sin embargo la noche o madrugada de este lunes sucedió un nuevo atraco con violencia, afortunadamente los ladrones fueron detenidos y entregados a las autoridades municipales correspondientes para que se siga el trámite legal.
Finalmente, el empresario hizo un llamado para lograr la municipalización de estos fraccionamientos y que se puedan dar los servicios de seguridad, porque mientras las cosas estén así los ladrones seguirán robando, no sólo al constructor, sino a los vecinos que ya han adquirido su vivienda o que la están pagando y que están habitando en esa zona.