Un derrumbe de un talud registrado a la altura del kilómetro 63+500 de la supercarretera Durango-Mazatlán propició el cierre de la vía de comunicación alrededor de las 21:30 horas, por parte de Caminos y Puentes Federales.
Antes del cierre, la Guardia Nacional división carretera había anunciado que se tenía habilitado un carril para permitir la circulación intermitente en la zona, sin embargo ante las condiciones que prevalecen Capufe finalmente interrumpió el paso.
En el área habían caído piedras de importantes dimensiones, no obstante se había logrado sortear el obstáculo y se había permitido el paso de las unidades de manera intermitente, sin embargo finalmente se decidió cerrar el paso.
La supercarretera Durango-Mazatlán sufre tradicionalmente de cierres en la temporada de lluvias pues es muy frecuente los derrumbes en la zona debido a que para construir la vía de comunicación hubo necesidad de abrir muchos cerros, pero las pendientes quedaron de 90 grados por lo que la lluvia reblandece el terreno y sobrevienen los caídos.