Fin de Pandemia, pide a Cristo, la CEM

Presidente del Episcopado mexicano encomienda al Corpus Christi el fin del coronavirus.

 

Redacción ACI Prensa, 110620.

 

El Arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Rogelio Cabrera López, encomendó al Corpus Christi el fin de la pandemia del coronavirus COVID-19.

A través de su cuenta en Twitter, Mons. Cabrera López recordó que la Solemnidad del Corpus Christi, que se celebra este jueves 11 de junio en muchos países, es una “fiesta de fe y adoración”.

“La Iglesia canta con alegría el milagro más impresionante del mundo y encomienda a toda la humanidad para que cese la pandemia COVID-19”, expresó.

“Te adoro con devoción, oh admirable Misterio”, añadió.

De acuerdo a la universidad estadounidense especializada en medicina Johns Hopkins, al 11 de junio se han confirmado 7.415.319 casos de COVID-19 en todo el mundo, sumando 417.514 muertes.

El Gobierno de México informó que al 10 de junio se han confirmado 129.184 casos de COVID-19 en el país, con 15.357 fallecidos.

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Hoy celebramos la Solemnidad del Corpus Christi.

Redacción ACI Prensa, 110620.

Un milagro eucarístico del siglo XIII fue el origen de la Fiesta del Corpus Christi, que la Iglesia celebra el jueves siguiente a la Solemnidad de la Santísima Trinidad; aunque en algunos países las Iglesias locales deciden trasladarla para el domingo por una cuestión pastoral.

En esta solemnidad la Iglesia tributa a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, gratitud y amor, siendo la procesión del Corpus Christi una de las más importantes en toda la Iglesia Universal.

A mediados del siglo XIII el P. Pedro de Praga dudaba sobre la presencia de Cristo en la Eucaristía y realizó una peregrinación a Roma para rogar sobre la tumba de San Pedro una gracia de fe. Al retornar, mientras celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la Cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró manchando el corporal.

La noticia llegó rápidamente al Papa Urbano IV, que se encontraba muy cerca en Orvieto, y mandó que se le lleve el corporal. Más adelante el Pontífice publicó la bula “Transiturus”, con la que ordenó que se celebrara la Solemnidad del Corpus Christi en toda la Iglesia el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad.

El Santo Padre encomendó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico para la fiesta y la composición de himnos, que se entonan hasta el día de hoy: Tantum Ergo, Lauda Sion.

El Papa Clemente V en el Concilio general de Viena (1311) ordenó una vez más esta fiesta y publicó un nuevo decreto en el que incorporó el de Urbano IV. Posteriormente Juan XII instó su observancia.