El panorama es devastador para el pequeño comercio, sus ventas cayeron más del 95%, orillándolos abrir únicamente medio tiempo y aún así el tema es desesperante.
La presidenta de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (CANACOPE), Martha Elba Valdez Pérez, habló de este panorama que es sumamente complicado para los pequeños comerciantes, sobre todo para aquellos que con giros de venta que no son de primera necesidad, como la ropa o el calzado.
Manifestó que, a raíz de la alerta por COVID-19, las ventas se desplomaron y ellos tuvieron que hacer ajustes en sus horarios; los que se ubican en el centro de la ciudad están abriendo a las 10 de la mañana y cierran por la tarde, porque a partir de la hora de comida las calles se tornan desiertas. Ya hay muchos comerciantes pequeños que han cerrado sus locales.
Desafortunadamente la renta, la nómina, los pagos de impuestos y las deudas con proveedores continúan, y será muy difícil enfrentar esta situación.
Lamentó que por ser comerciantes en pequeño y no reunir los requisitos que las dependencias exigen para poder otorgar un crédito, ellos estén fuera, incluso como proveedores.
De tal manera, los beneficios que hasta ahora se han anunciado, para ellos no llegarán y cada vez se están hundiendo más en un pozo sin salida, “creemos que al final de esta alerta sanitaria, podemos perder muchos de esos pequeños negocios y es lamentable,… estamos haciendo lo posible por que no suceda, pero necesitamos ayuda, también de la gente para que consuma en las tienditas cercanas a su casa y no los grandes supermercados, ahora es tiempo de fortalecer la economía local”, indicó la entrevistada.