En los últimos días se incrementó de manera abrupta el número de suicidios en la entidad, llegando a 16; esto no tiene ninguna relación íntima con la alerta sanitaria por COVID-19, aseguró la directora del Instituto de Salud Mental del Estado (ISMED), María Soledad Ruiz Canaán.
La funcionaria estatal explicó que, si bien se ha visto un incremento en los suicidios, estos tienen más que ver con los cambios estacionales que históricamente representan un aumento en las enfermedades de Salud Mental, como depresión, y otras que muchas veces terminan en la autoinmolación.
La directora recordó que los suicidios siempre son prevenibles, a través de una detección temprana y una atención con personal calificado y especialistas en psicología o en psiquiatría.
No obstante, señaló que la alerta sanitaria por Covid-19 sí representa un impacto en la salud mental de los ciudadanos, por ello desde las esferas de salud se hacen algunas recomendaciones con el fin de mantener un estado psicosocial adecuado durante el brote epidemiológico.
Ruiz Canaán detalló que algunos de los puntos más relevantes que se deben seguir durante este período son limitar el tiempo al que se accede a noticias sobre el COVID-19 y consultar fuentes confiables y oficiales, “el bombardeo de información acerca de un brote epidémico puede hacer que cualquier persona se sienta preocupada, triste o estresada”, por lo que se debe poner especial énfasis en buscar principalmente información sobre medidas prácticas para la protección personal y de los seres queridos, además de limitar el acceso a redes sociales.
Enfatizó que, en el caso de los menores de edad, los niños observan los comportamientos y las emociones de los adultos para buscar señales que les indiquen cómo manejar sus propias emociones en los momentos difíciles, así que es conveniente ayudarlos a encontrar maneras positivas de expresar sus sentimientos, como el temor y la tristeza, esto a través de una buena comunicación en espacios de seguridad y el fomento de actividades lúdicas como jugar, pintar, cantar, entre otras.
En adultos mayores o personas con algún trastorno de salud, es fundamental transmitir datos sencillos acerca de lo que está pasando, ser pacientes y repetir dicha información cada vez que sea necesario, además de suministrar información clara sobre la manera de reducir el riesgo de infección, en palabras que las personas con o sin deterioro cognitivo puedan entender.
Se debe promover el ejercicio físico y mantener la rutina y los horarios habituales en la medida de lo posible, o en su caso, crear nuevas rutinas u horarios adaptados a las circunstancias; por último, es trascendental mantener contacto regular con seres queridos, con el uso de llamadas telefónicas, videollamadas y mensajes de texto.