Las calificadoras Moody´s y HR Ratings disminuyeron en 2019 la calificación de la deuda del estado de Durango debido al déficit financiero, así como al deterioro en el balance primario y el incremento en el uso de deuda a corto plazo.
De acuerdo con un reporte emitido por la consultora ARegional, el 21 de mayo del año pasado Moody´s modificó la calificación de la deuda de Durango al pasar de A1mx/Estable a A2mx/Negativa debido a los deficit financieros.
En tanto, HR Ratings cambió la calificación de HRA+/Estable a HRA/Estable, lo cual ocurrió el pasado 20 de diciembre, en donde argumentó deterioro en el balance primario, además d que se observó mayor uso de deuda a corto plazo y un incremento en las Obligaciones Financieras Sin Costo.
Durango forma parte de un grupo de estados del país en donde las calificadoras de deuda disminuyeron la calificación, abunda ARegional, que señala a Baja California, Guerrero, Nayarit, Sonora y Durango.
Las calificadoras que disminuyeron la calificación al estado de Durango prevén que en los siguientes meses la entidad pueda buscar mayor financiamiento a corto plazo.
Como se puede observar en el cuadro, durante el 2019 se realizaron solamente 7 bajas en las calificaciones previamente asignadas a un total de cinco entidades federativas: Baja California, Durango, Guerrero, Nayarit y Sonora. Debe destacarse que las calificaciones de Baja California y Durango fueron degradadas en dos ocasiones.
La agencia Moody’s disminuyó la calificación de Durango de A1 a A2 cambiando también la perspectiva de Estable a Negativa, debido a que el estado presentó en 2018, déficits financieros mayores a los registrados en años previos, situación que la agencia considera continuará generando presión negativa en su liquidez y provocará que el estado necesite más deuda de corto plazo. Por su parte, HR justificó esta acción por el deterioro observado en el Balance Primario del estado en 2018, con lo que se recurrió a un monto superior de deuda a corto plazo y un incremento en las Obligaciones Financieras sin Costo por el incremento en el pasivo de Proveedores y Contratistas por Pagar, en línea con el déficit registrado.