El acontecimiento de Torreón, Coahuila, donde un niño protagonizó un tiroteo, asesina a su maestra y luego se suicida, es una situación sumamente lamentable, es un jalón de orejas y debe llevar a atender de manera inmediata la salud mental y emocional de la sociedad en general, porque nada exime de que un acontecimiento similar sorprenda de nuevo, así lo expresó Elizabeth Blas Soto, presidenta de la Federación de psicólogos en Durango.
La experta en psicología señaló que en el caso particular del niño de 11 años que creó este episodio tan difícil de asimilar, es necesario entender que tenía una condición difícil en su vida que nadie atendió, venía atravesando un duelo por lo que se sabe, donde no se le prestó la atención debida, aunado al factor de imitación de los videojuegos y un problema emocional, incluso que pudo recrudescerse en la escuela.
Pero también es un reflejo de la descomposición y la problemática mental y emocional como sociedad, se están haciendo mal las cosas y este es el peor llamado de atención; recordó que ya hace 3 años había sucedido algo similar en Monterrey; hoy pasa más cerca de Durango y aunque lo deseable es que no se repita, no se puede descartar que un episodio similar vuelva a sorprender, si no se pone atención en los menores.
De la misma manera se refirió a la necesidad de implementar acciones en las instituciones y sobre todo, en los propios hogares de los niños, pero indicó que en el caso de la operación mochila es considerada una medida de intervención breve de urgencia.