Los duranguenses requieren un mayor número de trasplantes de riñón; hay una lista de espera de cerca de 300, de los cuales únicamente 50 son candidatos ideales, así lo manifestó Jesús Reyna Arreola, presidente de la asociación Héroes Anónimos, quien enfatizó que los costos son altísimos.
En Durango se tienen problemas recurrentes de riñones por diversas circunstancias, como afectaciones a trabajadores de la minería y otros contaminantes para el cuerpo.
Existen alrededor de mil pacientes que tienen problemas renales y que requerirían un nuevo riñón, 500 de ellos quizá ni lo saben; 300 o 350 están en algún momento de su terapia y únicamente 50 estarían en posibilidades de ser trasplantados porque tienen completo ya su protocolo.
Observó además que existe una falta de nefrólogos para atender a la población que tiene afectaciones en este órgano.
Añadió que Durango tiene la capacidad y el personal para llevar a cabo un trasplante, pero falta un espacio adecuado para el que se requiere inversión, pero más que nada voluntad.
El último trasplante realizado en Durango fue en el año 2013; las 18 personas intervenidas en ese entonces siguen aún con vida.
Hablando de costos, manifestó que un trasplante realizado en una institución privada siempre tiene que ser de pacientes vivos relacionados entre sí: en ese esquema el costo puede variar aproximadamente de 500 mil a un millón y medio de pesos en trasplantes, dependiendo del hospital y en hospitales de la secretaría de salud también varían de 120 a 350 mil pesos.