Demandan Vivienda Desplazados por Inseguridad; Advierten de Más Expulsados.

Desplazados por la inseguridad, procedentes de 15 comunidades del municipio de Pueblo Nuevo, se manifestaron en el Congreso del Estado para solicitar a las autoridades de los tres órdenes de gobierno respaldo para contar con vivienda.

Los afectados aseguraron haber arribado a Durango, luego de que los grupos de la delincuencia organizada los obligaron a salir de sus comunidades ante los asesinatos realizados.

María de los Ángeles Ríos Alvarado, Adela Chamorro y Leonidas Cervantes a nombre de los desplazados advirtieron de nuevos desplazamientos pues la inseguridad persiste en la región a grado tal que se encuentran en transito habitantes del poblado La Cruz, que pronto arribarán a la ciudad. 

Las mujeres mencionaron que ha habido desplazamientos de población por inseguridad de las comunidades Balontita, Las Cañas, Yerbabuena, Agua Fría, Plomosas, Las Rastras, La Rasposa, La Noria, Los Brotos, Los Ángeles, La Ventana, Las Norias, Barrasposa, San Francisco de Lajas y Milpillas, en donde en promedio había 300 habitantes por poblado. 

Según los testimonios, desde hace años comenzó el fenómeno del desplazamiento, sin embargo, hace un año se agravo la circunstancia pues las amenazas fueron más fuertes, en tanto que comenzaron a matar más gente. 

“Da miedo hablar pero pues nos obliga, el mismo miedo nos obliga, porqué? Por querer defender a nuestros hijos”, puntualizó Alfreda Alvarado Bautista, originaria de la comunidad indígena de San Francisco de Lajas.

“Las localidades que han quedado solas es Balontita, Yerbabuena, Las Cañas, Las Rastras, Plomosas, Agua Fría, Los Brotos, entre otros, San Francisco de Lajas es la cabecera, ahí todavía hay gente solamente estamos como que será seis familias que estamos aquí”. 

Después de las declaraciones emitidas, los afectados fueron recibidos por diputados locales, los cuales desde el martes comenzaron a tener contacto para resolver los planteamientos que incluyen entre otras cosas abrir una escuela para atender a medio centenar de menores de edad que vivían en los pueblos afectados por la violencia.