Simposio Internacional en el Vaticano sobre la dignidad y el futuro del trabajo.
Del 14 al 15 de octubre, la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, organiza un Simposio Internacional sobre “La dignidad y el futuro del trabajo en la era de la IV revolución industrial”.
Ciudad del Vaticano. (VN, 131019).
“La dignidad y el futuro del trabajo en la era de la IV revolución industrial”, es el tema del Simposio Internacional que organiza la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, el mismo que se desarrollará del 14 al 15 de octubre próximo. Este evento académico esta “inspirado en la llamada del Papa Francisco, a analizar cada dimensión de este problema a partir de la importancia ineludible de la dignidad del trabajo humano”. Como escribe el Pontífice en su Encíclica Laudato Si’: “Hay un modo de entender la vida y la acción humana que se ha desviado y que contradice la realidad hasta dañarla. ¿Por qué no podemos detenernos a pensarlo? En esta reflexión propongo que nos concentremos en el paradigma tecnocrático dominante y en el lugar del ser humano y de su acción en el mundo”.
Diversos escenarios y perspectivas sobre el trabajo
La Pontificia Academia de Ciencias Sociales con este Simposio, pretende afrontar los diversos escenarios y perspectivas sobre el tema del trabajo. Por un lado, el surgimiento de nuevas tecnologías, puestas al servicio de un desarrollo humano integral, puede contribuir a mejorar las situaciones de cambio climático, salud, educación y productividad. Por el otro, los fenómenos de la robotización y la automatización, podrían suponer un grave peligro para el empleo profundizando el problema del paro laboral y la desigualdad nuestras sociedades, porque muchas veces los ingresos derivados de las nuevas tecnologías favorecen al capital y no a los trabajadores.
Construcción de un desarrollo humano integral y sostenible
El Simposio – da a conocer la Pontificia Academia de Ciencias Sociales – se propone abordar estas cuestiones desde una perspectiva interdisciplinaria, fomentando un enfoque holístico, multifacético e inclusivo, que incorpore la dimensión humana como centro de todas las perspectivas de futuro del trabajo, en la búsqueda del bien común y de la construcción de un desarrollo humano integral y sostenible. Teniendo en cuenta que, todo ello requiere un replanteamiento del modelo de orden social todavía imperante que contribuya a individuar soluciones sostenibles en lugar de profundizar, como dice el Papa Francisco, la “cultura del descarte”, a través de la tecnología; una cuestión particularmente grave en las periferias existenciales tanto de los países desarrollados como de los no desarrollados.