Las empresas mezcaleras han venido revolucionando su forma de trabajar, a través de certificaciones y asegurando la cadena productiva para no terminarse la materia prima.
Así lo señaló Emily García Montiel, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarios (AMMJE) y tesorera del clúster de mezcal quien detalló que han tenido que cambiar muchas cosas en cuanto la forma de trabajar con la producción del mezcal, ya que Durango entró en una etapa distinta donde las empresas tienen más facilidad para crecer, pero también la responsabilidad y el compromiso de certificarse y tener producciones sustentables que aseguren la regeneración de los campos de agave.
La empresaria productora mezcalera indicó que en este momento existen nuevas reglas para crear mezcal ya sea artesanal o industrializados, se ha venido trabajando en la certificación, en un trabajo conjunto entre magueyeros, productores, envasadores y comercializadores para asegurar la cadena productiva y que no se termine la planta.
Por eso en coordinación con SADER y CONAFOR se trabaja para asegurar exista la semilla y las plantaciones correspondientes y que aquellos productores de mezcal que estén generando el producto, obtengan la materia prima de ejidos que tengan certificaciones y plan de producción.
Recordó que el agave de Durango especial, incluso anhelado por otros estados y para que una planta pueda producir la bebida etílica debe tener un crecimiento mínimo entre 7 y 8 años.