Legisladores locales cuestionaron de forma reiterada a Juan Enrique Kato Rodríguez, consejero presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, a grado tal que la diputada petista, Claudia Domínguez llego a solicitarle su renuncia.
Ante esa petición, el consejero presidente puso a disposición de la legisladora su persona, aunque recordó que sólo el INE es la única entidad que podría despedirlo.
Las duras objeciones al consejeros presidente fueron coincidentes en el manejo financiero del organismo electoral, por lo que las preguntas sobre las finanzas del Instituto corrieron a cargo de el diputado Gerardo Villarreal, así como de la legisladora petista Claudia Julieta Domínguez y del diputado panista David Ramos Zepeda, entre otros.
Villarreal cuestionó al consejero presidente sobre el uso del Fideicomiso, que tiene el Instituto mismo que se divide en dos cuentas, el cual fue justificado por Kato Rodríguez ante la necesidad del organismo electoral de tener una bodega para resguardar las boletas electorales.
El legislador exhibió que el Instituto creo un Fideicomiso de 10 millones de pesos, de los cuales uso entre tres y cuatro millones para comprar un terreno para la bodega que pretende construir el organismo y el sobrante de 6 millones de pesos no ha sido aplicado para su objetivo, y si en cambio se ha destinado a pagar finiquitos laborales.
“Ojalá esta práctica de los fideicomiso no se exceda de ella para no auditar para evitar mejor dicho los subejercicios y que no sea una estrategia fiscal para no tener decrementos en el tema presupuestario”, deslizó el diputado.
La diputada Domínguez cuestionó la contratación de familiares de los funcionarios electorales, además de haberse otorgado un bono navideño de 3 millones de pesos.
Ramos Zepeda subrayó el crecimiento del gasto corriente del Instituto y de plano le advirtió que en el ejercicio 2020, Durango trae proyectado un gasto bajo, aunado a que no habrá elección por lo que le recomendó hacer una propuesta de presupuesto apegada a la realidad.