La reacción del Presidente de la República y de la propia titular de Bienestar federal, al rechazar la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, es un mensaje que pone en riesgo el avance de 29 años de la CNDH.
Así lo expresó el ombudsman duranguense quien lamentó la situación generada entre el Gobierno federal y la Comisión Nacional de Derechos Humanos en torno a la recomendación que hizo el organismo defensor por las violaciones que representa el tema de las estancias infantiles.
“Es una declaración desafortunada que hizo el Presidente, yo creo que se deberían cambiar las formas y lo digo porque cuando una autoridad de mayor jerarquía se compromete a respetar y valorar los derechos humanos, sus subalternos siguen ese ejemplo. Al final se manda un mensaje, por eso nos preocupa que la persona con mayor representatividad en nuestro país tenga una postura no favorable y que cuestione la actitud de los derechos humanos genera realmente un problema, pero estamos en un tiempo para generar canales de comunicación entre la CNDH y el Gobierno federal, en concreto con el presidente de la República”, manifestó.
La función de la CNDH es constitucional para proteger los derechos humanos y en ese tenor se presentó la recomendación 29 que está enfocada en cientos de peticiones de la ciudadanía en torno a las estancias infantiles.
“A mí me preocupa, porque esa actitud puede permear en el ámbito federal e incluso en el ámbito local y provocar que haya rechazo a las recomendaciones y el trabajo que se hace en la comisión y con ello, echar abajo los avances de 29 años que se tiene en el ámbito nacional y de 26 años que, particularmente, se tienen en el estado de Durango; sería entonces un retroceso”, recalcó.